El reciente ataque en Colorado dejó a ocho personas heridas y provocó una fuerte reacción política en Estados Unidos. El sospechoso, Mohamed Sabry Soliman, de 45 años, gritó “Palestina libre” antes de prender fuego a personas en un aparente acto violento que las autoridades investigan como un posible “acto de terrorismo”. El hecho ocurrió el domingo en Boulder, generando alarma tanto por el ataque en sí como por las circunstancias migratorias del agresor.
Según informaron las autoridades, el atacante había permanecido en el país más tiempo del permitido. Entró con una visa de turismo, la cual venció, y posteriormente solicitó asilo en 2022. Pese a su estatus migratorio, en 2023 recibió un permiso de trabajo, lo que ha causado indignación entre figuras conservadoras y reactivado el debate sobre la política migratoria de la administración Biden.
El hecho de que el atacante hiciera una referencia directa a Palestina en medio del ataque ha hecho que el caso se conecte automáticamente con el conflicto en Gaza. Algunos sectores han comenzado a cuestionar si la cobertura mediática sobre la guerra está influyendo en actos violentos dentro del país. El embajador de Estados Unidos en Israel, Mike Huckabee, incluso afirmó que ciertos medios “están contribuyendo al clima antisemita”.
El presidente Donald Trump no tardó en responder y aseguró que el atacante será procesado “con todo el peso de la ley”. Su administración, al igual que otros funcionarios republicanos, ha utilizado el caso para defender políticas más estrictas tanto en inmigración como en el apoyo total a Israel. Stephen Miller, asesor cercano a Trump, calificó el ataque como resultado de una “migración suicida”.
Mientras los investigadores aún buscan esclarecer todos los detalles del ataque, la narrativa política en torno al caso ya se ha encendido. El hecho de que el sospechoso tuviera antecedentes migratorios irregulares y un vínculo, al menos ideológico, con el conflicto en Medio Oriente ha convertido el ataque en una especie de símbolo para los debates más polarizados del país.
Se espera que el sospechoso comparezca ante el tribunal en las próximas horas. Mientras tanto, las imágenes del ataque —donde se ve a ciudadanos intentando ayudar a las víctimas— siguen circulando y alimentando tanto la indignación pública como las tensiones políticas en plena temporada electoral.
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