Terror en las calles de Osaka
La tranquilidad de una tarde común en el distrito de Nishinari, en Osaka, se vio interrumpida por un hecho aterrador. Un hombre de 28 años, identificado como Yuki Yazawa, embistió con su automóvil a siete niños de primaria que regresaban a casa tras una jornada escolar reducida. El ataque ocurrió el jueves 1 de mayo de 2025, alrededor de las 13:30, y fue descrito como intencional por las autoridades.
Detalles del ataque escolar
Los menores, cinco de segundo grado y dos de tercero, fueron atropellados mientras caminaban por una calle angosta sin barandillas peatonales. Yazawa, desempleado y residente de Tokio, condujo una SUV blanca alquilada directamente hacia los niños. A pesar del impacto, todos los menores se mantuvieron conscientes. La más afectada fue una niña de siete años que sufrió fracturas y heridas en la cabeza, mientras que los demás presentaron lesiones leves.
Confesión del agresor y arresto inmediato
Yuki Yazawa fue arrestado en el lugar gracias a la rápida acción de un exoficial de policía que colabora como asistente escolar, además de vecinos y maestros que respondieron de inmediato. Durante su detención, Yazawa confesó haber actuado con la intención de matar. «Todo me resultaba insoportable», declaró ante los investigadores, según medios locales. El caso ha sido catalogado como un intento de asesinato.
El miedo regresa a las escuelas de Osaka
Este ataque escolar en Osaka ha generado preocupación en todo Japón, reavivando debates sobre la seguridad de los niños en su camino a casa. Muchos padres exigen mayores medidas de protección en zonas urbanas donde las calles no tienen infraestructura adecuada para los peatones. Las autoridades escolares afirmaron que ese día los niños regresaban solos, ya que la jornada terminó antes de lo habitual.
La policía sigue investigando los motivos del ataque, prestando especial atención al estado de salud mental del agresor. Este tipo de incidentes, aunque poco comunes, han encendido alarmas en Japón sobre el tratamiento de enfermedades mentales y la vigilancia de comportamientos peligrosos. Se espera que el caso impulse cambios en políticas de prevención y atención a personas en riesgo.
En respuesta al incidente, el Comité de Educación de Osaka ha iniciado una revisión de las rutas escolares, especialmente en zonas sin barreras peatonales. Además, se estudia implementar protocolos que aseguren la salida grupal de los alumnos incluso en días con jornada reducida. La sociedad japonesa, profundamente afectada, exige garantías para evitar que un nuevo ataque escolar en Osaka vuelva a repetirse.
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Es genial ver que se están tomando medidas para ayudar a los más necesitados. La verdad, a veces parece que se olvidan de los que realmente necesitan apoyo. Ojalá estas acciones se mantengan en el tiempo y no sean solo un intento de quedar bien.
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