Un grupo de artesanos que trabaja en las calles de Cancún, principalmente para sustentar a sus familias, ha alzado la voz para denunciar lo que consideran un trato injusto por parte de las autoridades. De acuerdo con sus testimonios, la policía, la Guardia Nacional y la Marina los persiguen y tratan como delincuentes, a pesar de que solo se dedican a vender sus productos de manera honesta. Los artesanos aseguran que en varias ocasiones han sido detenidos, golpeados e incluso sometidos a un trato humillante, todo por el simple hecho de estar trabajando. «No estamos haciendo nada ilícito, solo queremos que nos dejen trabajar en paz», comentó uno de los artesanos en entrevista.
A pesar de que muchos de ellos han intentado regularizar su situación con permisos y amparos, aseguran que las autoridades no respetan los documentos legales y continúan con las persecuciones. Incluso mencionan que algunos de ellos han sido detenidos y llevados en patrullas a la estación de policía sin razón aparente, y que en ocasiones se les exige un pago de tres mil pesos para evitar que los retengan por más tiempo. “Nos piden dinero sin darnos recibos y nos dicen que si no pagamos, nos quedamos detenidos por horas”, explicó otro artesano. La falta de soluciones claras ha provocado que la situación sea cada vez más tensa, mientras que los trabajadores siguen reclamando el respeto a sus derechos.
El grupo de artesanos pertenece a la Confederación de Trabajadores de México (CTM), y aseguran que, a pesar de estar organizados, la situación no ha mejorado. A pesar de los amparos y esfuerzos por obtener permisos legales, las autoridades continúan actuando de manera autoritaria, sin brindarles una respuesta satisfactoria. “Nos dicen que los amparos no sirven y que tenemos que pedir permiso al ayuntamiento, pero al llegar nos dicen que no es posible”, comentaron. Además, lamentan que en varias ocasiones, la policía ha sembrado evidencia falsa, lo que agrava aún más la situación.
Lo que piden estos trabajadores es simplemente poder ejercer su oficio sin ser vistos como delincuentes. En sus palabras, no están buscando problemas, solo que les permitan continuar con su labor diaria de forma tranquila. «Lo único que pedimos es que se respeten nuestros derechos y que nos dejen trabajar sin ser acosados», concluyeron.
Es genial que se hable de este tema, porque es algo que nos afecta a todos. Sin embargo, a veces siento que se dan demasiados datos y no se enfocan en lo que realmente importa. La gente necesita soluciones claras, no solo información.