El presidente de EE.UU., Donald Trump, se somete en el Hospital Militar Walter Reed a su primer chequeo médico anual de este segundo mandato, que incluye pruebas estándar como su nivel de colesterol o de presión arterial.
El líder republicano tenía previsto dirigirse a ese centro en helicóptero desde la Casa Blanca, pero Washington D.C. amaneció con lluvias y el mal tiempo hizo que efectuara ese desplazamiento en coche.
Trump cumplirá 79 años el próximo 14 de junio. El 20 de enero se convirtió en el mandatario de más edad en asumir el poder en Estados Unidos, pues aunque Joe Biden (2021-2025) también tenía 78 años cuando llegó a la Presidencia, por la fecha en que nació cada uno (el demócrata el 20 de noviembre) Trump juró la Constitución del país con unos cinco meses más de diferencia.
El último chequeo médico exhaustivo al que se ha sometido y que se ha hecho público se remonta a septiembre de 2023. Dos meses después, su médico, Bruce Aronwald, publicó una carta en la que decía que los resultados de esas pruebas apuntaban a que en general su salud era “excelente” y su análisis cognitivos “excepcionales”.
El magnate republicano resultó herido en la oreja en el intento de asesinato que tuvo lugar en julio del año pasado durante un mitin en Butler, Pensilvania.
El informe difundido ese mes por el legislador Ronny Jackson, que fue su médico cuando estuvo en la Casa Blanca y que señaló que desde entonces ha seguido vigilando su salud y bienestar, indicó que Trump se encontraba “extremadamente bien” y se estaba recuperando rápido.
En la campaña electoral, cuando Biden todavía era candidato, antes de que dejara esa carrera en manos de Kamala Harris, la edad de ambos fue un tema recurrente, especialmente en el caso del demócrata, que acabó abandonando ante las crecientes dudas sobre su capacidad.
En su primer y único debate televisado, el 27 de junio, Trump dijo sentirse “en buena forma, como lo estaba hace 25 o 30 años”, mientras que Biden contestó: “Basta con echar un vistazo a lo que dice ser y echar un vistazo a lo que es”.
Con información de EFE
Es bueno que los líderes se cuiden y se hagan chequeos médicos regularmente. La salud es importante, y más cuando están en posiciones tan altas. Sin embargo, a veces parece que todo esto se convierte en un espectáculo, y eso puede hacer que la gente se sienta un poco desconectada de la realidad.
Es bueno que los líderes se cuiden y hagan chequeos médicos, eso muestra que también son humanos y tienen que estar en forma para cumplir con sus responsabilidades. Pero, a veces, parece que estas cosas se usan más como una estrategia de imagen que por preocupación real por la salud.