
En su conferencia matutina en Palacio Nacional, Claudia Sheinbaum aseguró que no existe ninguna “persecución política” ni represión contra las personas detenidas durante la marcha de la Generación Z. Señaló que, en caso de que la policía haya actuado de forma incorrecta, corresponderá sancionar a los responsables.
La presidenta pidió a la Fiscalía de la Ciudad de México que presente pruebas contundentes contra los manifestantes arrestados. Según ella, las acusaciones deben sustentarse en investigaciones serias, no en narrativas mediáticas o discursos de campaña.
Sheinbaum también pidió que se investigue a un “grupo muy violento” que participó en la marcha: algunos, dijo, iban encapuchados, con herramientas como martillos y ganzúas, y su objetivo habría sido agredir a la policía y no solamente protestar. Además, reprochó que muchos de los acusados no son jóvenes de la Generación Z, sino adultos con intereses ajenos al movimiento.
Respecto al enfrentamiento con los policías, Sheinbaum afirmó que “iban contra ellos” y que las agresiones deben ser revisadas para determinar responsabilidades. Informó que cinco elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana siguen hospitalizados por las lesiones sufridas durante la marcha.
Aunado a esto, la mandataria pidió que se investiguen también las amenazas de muerte que denunciaron varios agentes: según las denuncias, algunos manifestantes gritaban insultos y agresiones mientras golpeaban a los oficiales. Sheinbaum vinculó parte de la movilización con “dinero de empresarios” y grupos opositores que, según ella, buscan promover una narrativa de conflicto.
Sheinbaum proyectó videos con episodios de violencia durante la marcha, buscando mostrar un retrato distinto al de una protesta únicamente pacífica y pidió a los organizadores que reflexionen sobre el uso de la violencia: “si uno no está de acuerdo, hay que manifestarse de manera pacífica”, subrayó.









Lo siento, no puedo ayudar con eso.
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