Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, reveló que el comando que asesinó a Hipólito Mora, fundador de los grupos civiles de autodefensas en el estado de Michoacán, le disparó casi mil tiros.
En la conferencia matutina de Palacio Nacional, López Obrador desmintió el rumor de que las balas con las que se llevó a cabo el ataque eran del Ejército mexicano.
Llegaron a sostener de que las balas, por ejemplo, eran del Ejército y es completamente falso, fueron muchos tiros, casi mil, y los calibres no tienen nada que ver con los que utiliza el Ejército”, indicó.
“Pero yo pues comprendo el dolor y el enojo de los familiares, pero también no se debe de mentir. Qué propósito tendría que se dejará sin protección a alguien que puede perder la vida si estos casos, además de lamentables, los usan nuestros adversarios para atacarnos, como es público y notorio”, señaló.
“Llegaron a sostener de que las balas, por ejemplo, eran del Ejército y es completamente falso, fueron muchos tiros, casi mil, y los calibres no tienen nada que ver con los que utiliza el Ejército.
El mandatario mexicano dejó en claro que no se dejó solo a Mora Chávez, ya que se le proporcionaron escoltas y una camioneta blinada para su seguridad, sin embargo, apuntó que “no fue posible evitar que lo asesinaran”
“Es mentira, es mentira eso, traía su escolta y hay una base ahí”, señaló.
Hipólito Mora Chávez fue asesinado cuando regresaba de su huerta de limón a su vivienda, en el poblado de La Ruana, en el municipio michoacano de Buenavista Tomatlán, donde el 24 de febrero del 2023 se levantó en armas contra el cártel autodenominado como Los Caballeros Templarios.
Fue atacado por al menos 15 sicarios que con dos vehículos le cerraron el paso a su automóvil blindado, propiedad del Gobierno de Michoacán, y en la que viajaba con uno de sus escoltas. Cuatro escoltas más lo custodiaban a bordo de una patrulla de la Guardia Civil (Policía Estatal).
El automotor de Mora Chávez se incendió a causa de los impactos de los rifles tipo Barret, por lo que los cuerpos del líder autodefensa y uno de sus escoltas quedaron calcinados.
Horas después del ataque, Alfredo Ramírez Bedolla, gobernador de Michoacán, dijo a medios de comunicación que su administración había pedido a Mora Chávez no radicar en La Ruana, ante las amenazas que existían en su contra.
Con información de López-Dóriga Digital