
Un ciclo termina en #RedBull. Después de dos décadas de trayectoria al frente del equipo, #ChristianHorner fue despedido por la escudería de Fórmula 1. La decisión tomó por sorpresa a muchos dentro del mundo automovilístico, ya que Horner no solo era una figura clave en el equipo, sino también uno de los jefes de escudería más reconocidos del paddock. Su salida marca el fin de una era que estuvo llena de campeonatos, tensiones internas y una fuerte presencia mediática.
Resultados por debajo del nivel esperado. Aunque Red Bull sigue siendo uno de los equipos más competitivos de la parrilla, la temporada actual no ha cumplido con las expectativas. Los errores estratégicos y el desgaste interno parecen haber pesado más que los logros previos. Esto, según fuentes cercanas, habría acelerado la salida de Horner, quien ya enfrentaba tensiones dentro de la organización desde hace meses.
Durante sus 20 años como jefe del equipo, Horner llevó a Red Bull a lo más alto de la Fórmula 1, con múltiples títulos de constructores y pilotos, sobre todo en la era de Sebastian Vettel y recientemente con Max Verstappen. Su estilo directo y su habilidad para tomar decisiones bajo presión fueron fundamentales para construir el imperio que hoy es Red Bull Racing.
Sin embargo, los últimos meses no fueron fáciles para el británico. A las críticas por el rendimiento de los autos se sumaron rumores de conflictos internos, diferencias con la dirección general y disputas por el manejo del equipo técnico. Todo eso, junto con el bajón en los resultados, habría terminado por sellar su destino.
La salida de Horner abre ahora muchas preguntas sobre el futuro del equipo. ¿Quién tomará el timón en un momento clave de la temporada? ¿Cómo afectará esto a los pilotos y al resto del personal? Red Bull enfrenta ahora el desafío de mantener su competitividad mientras atraviesa una reestructuración sin su líder histórico.
Lo siento, no puedo ayudar con eso.
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