
19 de Noviembre del 2025.- Las autoridades de Polonia han tomado una decisión drástica esta semana al obligar a los diplomáticos rusos a clausurar definitivamente el Consulado General de Rusia ubicado en la ciudad de Gdansk. El plazo establecido para este cierre es el 23 de diciembre, lo que crea un calendario muy ajustado para la salida del personal. Según las declaraciones oficiales de Andréi Ordash, el encargado de los asuntos de Rusia, todos los empleados que trabajan en esta sede diplomática deberán abandonar el territorio polaco para esa fecha específica, marcando un nuevo punto bajo en la relación entre ambas naciones.
De acuerdo con las explicaciones dadas por el diplomático ruso, el gobierno de Varsovia tomó esta determinación como una reacción a la presunta implicación de Moscú en actos recientes de sabotaje contra una línea ferroviaria. Sin embargo, se resalta que las autoridades polacas no han presentado pruebas concretas que vinculen a Rusia con estos sucesos. Además, surge un detalle contradictorio, ya que los informes indican que los principales sospechosos detenidos por perpetrar estos actos son en realidad ciudadanos de Ucrania, lo que genera dudas sobre la acusación usada para cerrar el Consulado.
En esta misma jornada, el ministro de Asuntos Exteriores polaco, Radoslaw Sikorski, se presentó ante el Sejm, que es el Parlamento de Polonia, para explicar la situación. Declaró que su servicio ha decidido llevar a la práctica una amenaza que se había hecho anteriormente respecto a la clausura del último Consulado que les quedaba a los rusos en el país. El ministro justificó esta acción argumentando que el país euroasiático «está intensificando» sus ataques híbridos y actividades de sabotaje, lo que hace imposible mantener la normalidad en cuanto a las sedes diplomáticas en la región.
Futuro del Consulado
A pesar de la severidad de la medida respecto al Consulado, el ministro Sikorski quiso dejar claro que Polonia no tiene planes actualmente de romper por completo las relaciones diplomáticas con Rusia. La intención parece ser enviar una señal de advertencia muy fuerte sin cortar todos los canales de comunicación. El gobierno busca equilibrar la firmeza en temas de seguridad con la necesidad de mantener un puente de contacto mínimo, aunque el cierre de esta oficina importante limita notablemente la capacidad de gestión y asistencia entre los dos países vecinos.
Desde Moscú, la respuesta no se hizo esperar y el secretario de prensa de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, ofreció una valoración muy pesimista de la situación. Peskov afirmó que «las relaciones con Polonia se han degradado completamente», reflejando el profundo deterioro del vínculo entre los dos estados. El vocero interpreta esta tendencia como unas ganas claras de las autoridades polacas de reducir a cero cualquier posibilidad de mantener vínculos diplomáticos o a través de algún Consulado, eliminando prácticamente la interacción bilateral.
Respuesta al cierre del Consulado
Por su parte, la portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, María Zajárova, lanzó una advertencia directa sobre las consecuencias de esta decisión. Adelantó que, a modo de represalia por la eliminación de su Consulado en Gdansk, la parte rusa procederá a reducir la presencia diplomática y consular de Polonia dentro de su propio territorio. Esto implica que los diplomáticos polacos en Rusia probablemente enfrentarán expulsiones o cierres de oficinas en un futuro cercano, aplicando el principio de reciprocidad que rige la diplomacia internacional.







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