
03 DE JULIO- La #Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó, por un margen muy ajustado de 218 votos a favor y 214 en contra, el nuevo plan fiscal impulsado por el expresidente Donald Trump. Esta legislación, bautizada por él mismo como el “Big Beautiful Bill”, incluye una serie de cambios fiscales y presupuestarios que han generado amplio debate tanto en el Congreso como en la opinión pública. El voto final se realizó justo antes del 4 de julio, cumpliendo con la exigencia del exmandatario de ratificarlo en el Día de la Independencia.
Entre los puntos más controversiales del proyecto fiscal está la aplicación de un impuesto del 1% a todas las remesas enviadas al extranjero por no ciudadanos estadounidenses, siempre que superen los 15 dólares. Aunque la tasa es menor al 3.5% inicialmente planteado, esta medida ha sido considerada una afrenta directa a la comunidad migrante, especialmente a los millones de mexicanos que envían dinero a sus familias desde Estados Unidos. Esta política tiene un fuerte componente simbólico y económico que podría agravar la ya tensa relación bilateral con México.
El plan también busca hacer permanentes los recortes fiscales de la primera administración de Trump y contempla severos recortes a programas sociales como Medicaid, que proporciona cobertura médica a millones de personas de bajos recursos. Al mismo tiempo, se eliminan incentivos a las energías renovables, en favor de un aumento en el presupuesto para defensa y control fronterizo. En total, se estima que esta ley agregará 3.4 billones de dólares a la deuda nacional, lo cual ha encendido las alarmas entre expertos económicos.

Como parte del componente de seguridad, se contempla una inversión de 175 mil millones de dólares en infraestructura fronteriza, nuevos centros de detención y personal de vigilancia. También se destinarían 150 mil millones al sector defensa, incluyendo 25 mil millones para un ambicioso sistema antimisiles llamado «Cúpula dorada», lo que ha sido interpretado por analistas como un intento por reposicionar a Estados Unidos frente a potencias como China y Rusia. No obstante, algunos especialistas advierten que esto podría detonar una nueva carrera armamentista.
Desde México, esta reforma preocupa especialmente por el impacto económico en las remesas, ya que tan solo en 2023 se enviaron más de 63 mil millones de dólares, principalmente desde Estados Unidos. Un impuesto del 1% podría traducirse en una pérdida de cientos de millones de dólares para familias mexicanas que dependen de este ingreso. Organizaciones de migrantes ya han comenzado a pronunciarse en contra de esta medida, argumentando que penaliza injustamente a quienes sostienen economías enteras desde el extranjero.
Mientras tanto, Trump celebró la aprobación asegurando que este plan impulsará la economía de su país “como un cohete” y calificó la ley como el mayor recorte fiscal en la historia de Estados Unidos. En contraste, Joe Biden lo tachó de “cruel” y advirtió que esta legislación afecta directamente a trabajadores, adultos mayores y veteranos. Con este nuevo paquete fiscal, Trump no solo busca marcar el rumbo económico del país, sino también enviar un mensaje político con miras a las elecciones presidenciales de 2026.

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