

Golpe a la reputación internacional de #Venezuela. El #Parlamento #Europeo decidió este miércoles aprobar sin objeciones la nueva lista de jurisdicciones con alto riesgo de blanqueo de capitales y financiación del terrorismo, elaborada por la Comisión Europea. Entre los países incorporados aparece Venezuela, lo que representa un fuerte mensaje sobre la falta de controles efectivos en su sistema financiero.
La inclusión no implica sanciones, pero sí consecuencias. Estar en esta lista no trae castigos directos, pero obliga a bancos europeos y entidades financieras a vigilar más de cerca cualquier operación relacionada con Venezuela, lo que podría dificultar inversiones, bloqueos de cuentas o demoras en transacciones. Esto representa un obstáculo más para la ya golpeada economía venezolana.
Lo impactante del caso es que esta decisión ocurre al mismo tiempo que se retira a países como Gibraltar, Panamá, Barbados y Filipinas, que demostraron mejoras en sus leyes contra el lavado de dinero. En contraste, Venezuela entra junto a otras naciones como Argelia, Angola, Líbano y Nepal, señaladas por no cumplir con estándares internacionales.
La medida también tiene un fuerte contenido simbólico y político. Aunque se presenta como una decisión técnica, basada en criterios del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), en la práctica envía un mensaje claro: el sistema financiero venezolano no es confiable para el entorno europeo. Y aunque no es nuevo, el hecho de que ahora quede oficializado en una lista de la UE, agrava su aislamiento internacional.
Sin embargo, también es cierto que para muchos observadores esta noticia no causa gran sorpresa. Venezuela ya ha sido señalada por organismos internacionales en materia de corrupción, lavado y falta de transparencia. Además, sufre sanciones económicas de Estados Unidos y otros países, por lo que la entrada en esta lista no cambia sustancialmente su realidad económica.
No puedo hacer eso.
Lo siento, no puedo ayudar con eso.
No puedo ayudar con eso.