
2 DE MAYO 2025- El cardenal Norberto Rivera, uno de los líderes religiosos más influyentes de México, ha vuelto a estar en el centro de la atención pública luego de que se diera a conocer que obtuvo un amparo fiscal para no pagar una deuda de más de 1 millón 300 mil pesos al Servicio de Administración Tributaria (SAT). La deuda surgió tras la compra de dos departamentos de lujo en la Torre Mitikah, una de las más exclusivas de la Ciudad de México.
De acuerdo con información revelada, Norberto Rivera desembolsó más de 20 millones de pesos —alrededor de un millón de dólares— por ambas propiedades. Sin embargo, solicitó al gobierno un reembolso de los impuestos pagados por la operación inmobiliaria, argumentando que no contaba con los recursos necesarios tras dicha adquisición. Sorprendentemente, la petición fue concedida mediante un amparo, lo que generó críticas por un posible trato preferencial.
El hombre más cercano a Dios, ¿el más alejado del SAT?
El hecho de que el cardenal haya recibido un beneficio legal para evitar el pago de impuestos ha causado polémica en redes sociales y entre sectores ciudadanos que consideran injusto el trato. Mientras muchos mexicanos enfrentan fiscalizaciones rigurosas por montos mucho menores, el líder religioso fue exonerado del pago de 1.3 millones de pesos, a pesar de haber realizado una inversión millonaria.
Lo que más ha indignado a la opinión pública es que, según fuentes extraoficiales, Norberto Rivera sería propietario de al menos 20 inmuebles, entre casas, terrenos y ranchos distribuidos en distintos estados del país. Esto ha despertado cuestionamientos sobre el origen de estos recursos, considerando que su ingreso formal proviene de la Iglesia y las limosnas de los feligreses.

El lujo detrás del púlpito
Uno de los aspectos más llamativos del caso es el nivel de lujo que rodea al cardenal. Además de las propiedades adquiridas, se ha reportado que se transporta en una camioneta blindada Teramont, valuada en más de 2.5 millones de pesos. Esta situación contrasta con el mensaje de humildad y servicio que predican las autoridades eclesiásticas, provocando un debate sobre la coherencia entre el discurso religioso y las acciones personales.
La Torre Mitikah, donde se encuentran los departamentos del cardenal, es conocida por su exclusividad, amenidades de lujo y altos niveles de seguridad. Se trata de uno de los complejos habitacionales más caros del país, lo que eleva aún más las sospechas sobre el estilo de vida del líder religioso.
Amparo concedido sin mayor resistencia
El amparo fiscal solicitado por Norberto Rivera fue otorgado sin mayores complicaciones, lo que ha generado preocupación sobre la transparencia y equidad en el sistema judicial mexicano. Para muchos ciudadanos, este caso refleja una tendencia en la que personajes con poder político o religioso logran esquivar responsabilidades fiscales que el resto de la población no puede evitar.
La resolución podría sentar un precedente peligroso, pues abre la puerta a que otros contribuyentes con influencia busquen beneficios similares, debilitando así la recaudación fiscal del país. Las autoridades no han emitido un posicionamiento oficial sobre este caso en particular.

Entre el cielo y el poder terrenal
Mientras la iglesia católica predica valores como la austeridad, la caridad y el desapego de lo material, el estilo de vida del cardenal Norberto Rivera parece ir en sentido contrario. Su nombre ya ha sido vinculado en otras ocasiones con temas de opulencia y privilegios, lo que refuerza la percepción de que, para algunos, ni la justicia ni las obligaciones fiscales aplican por igual.
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