
3 DE NOVIEMBRE DEL 2025 – NACIONAL. La comunidad de Puerto Escondido se encuentra de luto tras confirmarse la trágica muerte de Rosa María Cárdenas Gabriel, de 68 años, conocida por ser la dueña del popular ‘Comedor Rosy’. El fallecimiento ocurrió el pasado 30 de octubre de 2025, a causa de las graves quemaduras que sufrió después de que su restaurante y vivienda fueran incendiados intencionalmente. Este acto de violencia extrema fue denunciado por el Centro de Derechos Humanos y Asesoría a Pueblos Indígenas (Cedhapi), cuyo coordinador, Maurilio Santiago Reyes, subrayó que la víctima era acosada constantemente para que abandonara su propiedad.
Los hechos que culminaron en esta lamentable pérdida ocurrieron durante la madrugada del 24 de octubre. Aproximadamente cuatro sujetos armados, que se transportaban en motocicletas, llegaron al lugar y prendieron fuego de manera deliberada tanto al comedor como a la vivienda contigua. La señora Rosa María Cárdenas, con 68 años de edad, se encontraba en el interior. Este incidente provocó una movilización inmediata de los vecinos, quienes intentaron prestar auxilio, pero fueron cruelmente amenazados por los agresores, lo que impidió la ayuda y permitió que el fuego devastara ambos inmuebles.
Incendio y Despojo: Un Ataque con Alevosía
Tras sufrir quemaduras de extrema gravedad, Rosa María Cárdenas Gabriel fue trasladada al Hospital Regional del ISSSTE en la ciudad de Oaxaca, donde luchó por su vida durante varios días. Lamentablemente, su deceso se registró el 30 de octubre. El ataque tiene un móvil claro: según el defensor de derechos humanos, se pretendía despojar a la víctima del terreno donde se ubicaban su vivienda y comedor. La señora Cárdenas había sido dueña y poseedora del lugar por cerca de cuarenta años, un periodo de tiempo que no disuadió a los agresores de intentar apoderarse de la propiedad.
El sepelio de Rosa María Cárdenas se llevó a cabo el 1 de noviembre en el panteón del Zapote. La muerte de una persona que defendía su patrimonio de décadas ha generado una profunda indignación y ha puesto de relieve la vulnerabilidad de los propietarios frente a grupos de interés. El Cedhapi ha sido enfático en su llamado a las autoridades. Santiago Reyes demandó de manera inmediata a la Defensoría de los Derechos Humanos de los Pueblos de Oaxaca (Ddhpo) la emisión de medidas cautelares en favor de la familia, buscando protegerlos de cualquier represalia adicional tras este crimen.

Demanda de Justicia y Contexto de la Violencia por la Tierra
La Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO) ha sido instada formalmente a investigar los hechos de manera exhaustiva y a castigar a los responsables de este homicidio con todo el peso de la ley. Es crucial que las autoridades identifiquen y capturen a los sujetos armados que perpetraron el incendio y a quienes los dirigieron. Este caso no puede quedar impune, ya que simboliza la desesperación y el riesgo que enfrentan muchos propietarios en zonas costeras de Oaxaca, donde el valor de la tierra y la presión inmobiliaria son crecientes, y el despojo se ha convertido en un fenómeno alarmante.
			
			









Lo siento, no puedo ayudar con eso.
Lo siento, no puedo ayudar con eso.