
El gobierno federal, a través de la Banco de México (Banxico) y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), dio inicio a un proceso de modernización en las monedas de 1, 2 y 5 pesos. A partir de 2025, estas piezas pasarán de una aleación de bronce-aluminio a un acero recubierto de bronce, según lo establecido en la resolución publicada en el Diario Oficial de la Federación.
La medida responde a una propuesta de Banxico emitida el 15 de diciembre de 2023 mediante el acuerdo JG/2023/637/2, en la que se consideró que el nuevo material sería más adecuado para las condiciones técnicas y económicas de la acuñación actual. Las monedas existentes mantendrán su valor legal y seguirán circulando hasta que Banxico determine su retiro, por lo que los usuarios no deben preocuparse por perder su vigencia.
Desde el punto de vista técnico, el centro de las unidades monetarias actuales de 1, 2 y 5 pesos está compuesto por cerca de 92% cobre, 6% aluminio y 2% níquel, mientras que el anillo perimétrico es acero inoxidable con aproximadamente 80% de hierro. Con el nuevo diseño se busca que el núcleo sea acero recubierto de bronce, con lo cual se asegura mayor resistencia y menor costo de producción.
La transición a materiales más económicos y duraderos tiene varios beneficios: reducción del costo de producción al utilizar hierro (acero) en lugar de cobre o aluminio, mayor vida útil de la moneda —lo que reduce el desgaste—, y mejores condiciones para el reciclaje de piezas que eventualmente serán retiradas.
Para los usuarios, el cambio será prácticamente imperceptible en apariencia, ya que la nueva aleación estará recubierta de bronce para mantener el color y diseño familiar. Aun así, tanto la SHCP como Banxico han señalado que pueden presentarse piezas con distinta patina o desgaste conforme avance la circulación del nuevo metal.









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