
25-Septiembre-2025.-.La Marina de Estados Unidos confirmó la realización de cuatro pruebas con misiles balísticos Trident II D5LE, lanzados desde un submarino clase Ohio frente a la costa este de Florida. Aunque aseguró que se trataba de ensayos programados para verificar la efectividad de su arsenal estratégico, la maniobra ocurre en un contexto marcado por la escalada de tensiones con Venezuela y ha despertado inquietud en toda la región. Uno de los lanzamientos iluminó el cielo nocturno y fue visible incluso desde Puerto Rico
Según la Marina, los ensayos se efectuaron entre el 17 y el 21 de septiembre, y aunque los proyectiles no portaban ojivas nucleares, se trató de pruebas con sistemas diseñados para portar múltiples cabezas nucleares de largo alcance. La institución calificó la operación como “exitosa” y subrayó que se llevó a cabo bajo estrictos protocolos de seguridad para no poner en riesgo a barcos ni aeronaves civiles.
Estos ensayos coincidieron con UNITAS 2025, un ejercicio naval de gran escala en el que participaron más de 25 países frente a las costas de Florida, Carolina del Norte y Virginia. Aunque el Pentágono no confirmó si ambas actividades estuvieron relacionadas, la simultaneidad fortalece la narrativa de un mensaje político y militar hacia sus adversarios.
La isla de Puerto Rico se ha convertido en un eje estratégico para las operaciones de EE.UU. en el Caribe. En las últimas semanas, recibió el despliegue de aviones de combate F-35 y el arribo de buques de guerra como el USS Iwo Jima, que trasladó a la 22° Unidad Expedicionaria de Infantería de Marina. Este reforzamiento militar ha sido respaldado por autoridades locales, pero al mismo tiempo es percibido como un aumento de la presión sobre Caracas.
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, denunció que este tipo de movimientos son una amenaza directa contra la soberanía de su país, acusando a Washington de preparar una ofensiva encubierta bajo el argumento de la lucha antidrogas.
Los misiles Trident II D5, en servicio desde los años 80 y modernizados en 2017, pueden alcanzar entre 2.000 y 12.000 kilómetros, lo que los convierte en un elemento central de la disuasión nuclear estadounidense. Para la Marina, mantener este arsenal operativo es esencial para garantizar la seguridad nacional y la confianza de sus aliados.
Sin embargo, analistas regionales advierten que estas pruebas, realizadas en paralelo a la intensificación del despliegue militar en el Caribe, elevan el riesgo de que Venezuela interprete la maniobra como una provocación. La narrativa de Caracas sobre una “guerra no declarada” se ve reforzada cada vez que Estados Unidos muestra músculo militar en sus inmediaciones.
La coincidencia entre los ensayos nucleares, las maniobras navales y la presión política hacia Venezuela abre un debate mayor: ¿está el Caribe entrando en una dinámica de carrera armamentista? Expertos en seguridad internacional sostienen que la presencia de armas de disuasión cerca de territorios con tensiones políticas no solo busca proyectar poder, sino también condicionar las decisiones de los gobiernos regionales.
En este sentido, el papel de Puerto Rico como centro logístico y de despliegue cobra mayor relevancia. Para algunos especialistas, la isla funciona como un “portaaviones permanente” que permite a Estados Unidos proyectar fuerza sobre Sudamérica sin necesidad de bases continentales. Esta situación, sin embargo, podría convertir al Caribe en un punto de fricción más sensible en la disputa por el orden mundial.
Mientras Washington insiste en que las pruebas estaban programadas y no responden a coyunturas específicas, la realidad es que ocurren justo cuando la tensión con Caracas escala. Venezuela acusa a Estados Unidos de utilizar la lucha antidrogas como excusa para una intervención, mientras la Marina norteamericana sostiene que su objetivo es garantizar la disuasión y la seguridad global. El resultado es un ambiente en el que cada movimiento militar se interpreta como un mensaje, dejando a la región en un escenario de incertidumbre y creciente militarización.