12 DE M ARZO 2025 En un acto de gran relevancia para la preservación del patrimonio cultural, México ha recuperado 915 piezas arqueológicas que habían sido extraídas de sus territorios y se encontraban en Estados Unidos. Entre estas piezas destaca una pequeña escultura olmeca de barro, una figura de 12 centímetros de largo y ocho de ancho, que representa a un hombre sentado con las piernas cruzadas. Esta figura, que data de entre 900 y 400 a.C., es un ejemplo de la rica herencia de las civilizaciones prehispánicas que habitaron lo que hoy es México.

La figura olmeca y su gran valor histórico
La figura olmeca es notable por su impresionante conservación. A pesar de su antigüedad, la escultura aún conserva restos de pigmento rojo y una capa de enlucido blanco, características que permiten estudiar mejor las técnicas de la época. Esta pieza fue elaborada en los territorios que hoy comprenden los estados de Puebla y Morelos, y representa una de las más destacadas manifestaciones de la cultura olmeca, conocida por su arte único y la influencia que tuvo en otras civilizaciones mesoamericanas.
La pequeña figura, que fue entregada de manera voluntaria al Consulado General de México en Los Ángeles, está hecha de barro y presenta detalles como una deformación craneal, característica de la cultura olmeca. La mano izquierda reposa sobre la rodilla, mientras que la otra se apoya en el piso detrás del muslo derecho, un detalle que otorga dinamismo a la escultura.

Proceso de devolución y colaboración internacional
La devolución de estas piezas arqueológicas se logró gracias a un esfuerzo conjunto entre la Embajada de México en Washington, los consulados generales en Los Ángeles y Nueva York, y diversas instituciones académicas y ciudadanos comprometidos con la causa. Un ejemplo de ello es la Universidad Colgate de Hamilton, Nueva York, que desempeñó un papel clave en la recuperación de estas piezas. Según explicó María José Buerba, directora para la Restitución del Patrimonio Cultural de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), la colaboración de estas entidades facilitó el retorno de estos bienes culturales.
Análisis y autenticidad de las piezas
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) jugó un papel crucial en este proceso, realizando dictámenes mediante imágenes e inspecciones físicas que confirmaron la autenticidad de las piezas. Alejandro Bautista Valdespino, subdirector de Registro de Monumentos Arqueológicos Muebles del INAH, destacó que las piezas recuperadas abarcan un amplio espectro temporal, desde el periodo Formativo, que data del 1500 a.C., hasta el Posclásico Tardío, que finaliza en las primeras décadas del siglo XVI.
Otras piezas valiosas dentro del acervo recuperado
Además de la figura olmeca, entre las 915 piezas recuperadas se incluyen varios objetos representativos de otras culturas prehispánicas. Destacan un yugo olmeca, elaborado entre 1000 y 400 a.C. en roca metamórfica, y una máscara de la región del occidente de México, que data de los siglos I a VI d.C. También se recuperaron figurillas antropomorfas y zoomorfas en cerámica y roca, así como otros objetos de gran valor histórico procedentes de las culturas maya, teotihuacana y tolteca.

El resguardo y conservación de las piezas
Me parece genial que se hable de este tema, ya que es algo que nos afecta a todos. Sin embargo, creo que faltó profundizar más en las soluciones posibles. Hablar solo de problemas sin ofrecer alternativas puede dejar a la gente un poco desanimada.
Es genial ver que se están tomando medidas para mejorar la situación, pero a veces siento que se tardan demasiado en hacer cambios importantes. La gente necesita soluciones ya, no dentro de unos meses. Hay que actuar más rápido.
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