24 de Noviembre del 2025.- Las autoridades del estado de Morelos han dado un paso importante en la lucha contra la delincuencia organizada al desmantelar una red de vigilancia clandestina. En un operativo reciente, se logró la ubicación y el aseguramiento de 27 cámaras de seguridad que habían sido instaladas de manera ilegal en los municipios de Huitzilac y Jiutepec. Miguel Ángel Urrutia Lozano, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), confirmó que estos equipos no pertenecían a ninguna corporación oficial y eran utilizados presuntamente por grupos delictivos para sus actividades ilícitas en la región.
Este decomiso reciente se suma a un esfuerzo sostenido que las autoridades han mantenido a lo largo del año para limpiar las calles de este tipo de espionaje. Con el retiro de estos últimos dispositivos, se informó que desde febrero hasta el 10 de noviembre de este año, se han logrado asegurar un total de 171 cámaras de seguridad en toda la entidad. Estas acciones forman parte integral del seguimiento a la Estrategia Nacional de Seguridad Pública, impulsada por el gobierno federal de Claudia Sheinbaum, que busca erradicar las herramientas tecnológicas que el crimen utiliza en su favor.
La función principal de estas herramientas ilegales era proporcionar una ventaja táctica a los delincuentes sobre las fuerzas del orden. Según los reportes oficiales, estas cámaras de seguridad son utilizadas para el monitoreo ilegal, permitiendo a los grupos criminales observar en tiempo real el desplazamiento y los operativos de la policía federal, estatal y municipal. Para pasar desapercibidas, estas suelen instalarse principalmente en la infraestructura pública, como postes de energía eléctrica y de telefonía, camuflándose en el entorno urbano.
Operativos en zonas de silencio
Fue gracias a diversos operativos interinstitucionales que se pudo detectar la presencia de estos aparatos en vías federales y estatales de comunicación. Al realizar las inspecciones, las autoridades corroboraron que estas cámaras de seguridad no tenían ningún sustento legal ni permiso, y dado que ningún ciudadano pudo acreditar su propiedad o el uso legítimo de las mismas, se procedió a retirarlas de inmediato. El objetivo es dejar a los criminales «ciegos» ante los movimientos de la autoridad y recuperar el control de la vigilancia en las calles.
Por otro lado, el titular de la SSPC destacó un problema paralelo que complica la seguridad: la falta de conectividad en ciertas áreas. En Morelos existen tres regiones específicas que no cuentan con internet debido a las difíciles condiciones geográficas del terreno. Esta falta de señal ha provocado una mayor incidencia delictiva en dichos puntos, ya que dificulta la comunicación y la instalación de cámaras de seguridad oficiales conectadas al C5, creando zonas de sombra que son aprovechadas por la delincuencia.
Las zonas afectadas son críticas para la seguridad del estado. Se trata de la zona norte que abarca Lagunas de Zempoala, Fierro del Toro y Coajomulco en Huitzilac; el Cañón de Lobos entre Yautepec y Jiutepec; y la zona sur colindante con Guerrero y el Estado de México. Para solucionar esto, la gobernadora Margarita González instruyó reforzar estas áreas con tecnología satelital para permitir el funcionamiento de arcos carreteros y cámaras de seguridad institucionales, priorizando estos puntos en la reestructuración del centro de mando estatal.
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