
14 ABRIL 2025- Leonila Vázquez, fundadora de Las Patronas, falleció este 13 de abril dejando atrás un legado de solidaridad, humanidad y resistencia que trascendió fronteras. Su partida fue confirmada por el colectivo a través de sus redes sociales, donde expresaron el profundo dolor por la pérdida de una mujer que cambió vidas con un gesto tan simple como lanzar comida desde una vía del tren. Su historia comenzó hace más de tres décadas y desde entonces, su labor se convirtió en símbolo de empatía hacia los migrantes.
Las Patronas, el grupo que ella fundó junto a su familia y vecinas en Veracruz, nació en 1994 como una respuesta inmediata al hambre de los migrantes centroamericanos que cruzaban el estado montados en el tren conocido como La Bestia. Con víveres en mano, empezaron a lanzarlos a los viajeros que pedían ayuda. Lo que parecía una acción espontánea, terminó siendo el inicio de un movimiento humanitario reconocido a nivel nacional e internacional.

Un gesto que se convirtió en historia
Fue un día cualquiera cuando las hermanas Vázquez escucharon los gritos: “¡Madre, tenemos hambre!”. Conmovidas, arrojaron lo que llevaban en sus bolsas de mandado: pan y leche. Ese momento se volvió un parteaguas que dio origen a una labor incansable por parte de Las Patronas, quienes durante más de 30 años alimentaron a miles de migrantes sin importar su nacionalidad ni estatus legal.
Leonila fue pieza clave de este esfuerzo colectivo. Su convicción de ayudar al prójimo sin esperar nada a cambio convirtió a Las Patronas en un símbolo de humanidad. Su labor no solo les valió el Premio Nacional de Derechos Humanos en 2013, sino también una nominación al Premio Princesa de Asturias de la Concordia, llevando el mensaje de esperanza desde Veracruz hacia el mundo.

El desafío de continuar sin su fundadora
Ahora que Leonila ya no está, el gran reto para Las Patronas será mantener vivo su espíritu y seguir adelante con la misma pasión. Actualmente el colectivo cuenta con más manos, más apoyo y más recursos, pero la esencia del proyecto sigue siendo la misma: alimentar al que lo necesita. Su labor no solo llena estómagos, también reconforta corazones.
El impacto de Las Patronas no se limita a la entrega de comida; su existencia también visibiliza el drama migratorio que a menudo es ignorado. En un contexto de violencia, xenofobia y políticas migratorias restrictivas, su labor representa un acto de resistencia pacífica, de amor puro, que nos recuerda que una acción pequeña puede tener un impacto inmenso.
Es genial que se hable más sobre la importancia de cuidar el medio ambiente, pero a veces siento que se quedan solo en palabras y no en acciones concretas. Necesitamos ver más iniciativas reales y menos promesas vacías.
Es genial ver que se están haciendo esfuerzos por mejorar la educación en el país. Sin embargo, a veces siento que solo se quedan en palabras y no se ven cambios reales en las aulas. Ojalá que esta vez sí se tomen acciones concretas y no solo promesas vacías.
Me parece genial que se hable de este tema, porque es algo que nos afecta a todos. Sin embargo, a veces siento que no se le da la importancia que merece. Es clave que más personas se enteren y se involucren, no solo para que se vea como un problema más, sino para buscar soluciones reales.