
El volcán de Fuego volvió a entrar en actividad este miércoles por la noche, generando alarma en Guatemala. Esta nueva erupción obligó a evacuar a cientos de personas que viven en las comunidades cercanas, mientras las autoridades cerraban caminos y rutas por seguridad. El evento es considerado uno de los más fuertes en lo que va del año, luego del registrado en febrero pasado.
El Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh) informó que el fenómeno comenzó con una gran columna de humo y ceniza que cubrió el cielo nocturno. Minutos después, se formaron flujos piroclásticos que bajaron por las laderas del volcán, representando un gran peligro por sus altas temperaturas y velocidad. Estos materiales volcánicos han afectado ya a varias aldeas.
La Coordinadora Nacional Para la Reducción de Desastres (Conred) activó su protocolo de emergencia y evacuó a más de 300 personas. Muchas de ellas fueron llevadas a albergues temporales. Sin embargo, se espera que esa cifra siga creciendo si la erupción del volcán de Fuego continúa con la misma intensidad. Las comunidades más impactadas son Panimaché I, Morelia y otras del área de Sacatepéquez y Chimaltenango.
Cierre de escuelas y rutas por ceniza y flujo piroclástico
Una de las rutas más importantes del lugar, la RN14, fue cerrada totalmente para evitar riesgos mayores. Además, se elevó la alerta institucional de verde a naranja. También se suspendieron las clases en al menos 39 escuelas para proteger a estudiantes y maestros de la ceniza, y evitar complicaciones por la calidad del aire en la zona afectada.
El volcán de Fuego está ubicado entre los departamentos de Sacatepéquez, Escuintla y Chimaltenango. Es considerado uno de los más activos del país. En junio de 2018, una de sus erupciones más fuertes dejó más de 200 muertos y sepultó comunidades completas. Aquel episodio marcó profundamente la memoria colectiva de Guatemala.
Hoy en día, las familias que viven cerca del coloso saben que su presencia impone una amenaza constante. Las autoridades trabajan para prevenir una tragedia similar a la del pasado, y aunque muchos ya están acostumbrados a convivir con la actividad volcánica, cada nueva erupción reaviva el temor de que la historia vuelva a repetirse.
La verdad es que es genial ver que se están tomando medidas para mejorar la situación. Sin embargo, a veces parece que solo son palabras y no acciones concretas. Hay que esperar que realmente se cumplan las promesas y no se queden en el aire.
Me parece bien que se hable de este tema, pero a veces siento que falta un poco más de profundidad en los detalles. Es importante que la gente entienda realmente lo que está pasando y no solo se queden con lo superficial.
La noticia me parece interesante, pero siento que le faltó un poco más de profundidad. Hubiera estado bien incluir más voces de personas afectadas o expertos en el tema. Eso le habría dado más peso y contexto a lo que se está contando.