1 DICIEMBRE 2025-INTERNACIONAL- Honduras vivió este domingo una de las contiendas más reñidas y tensas de los últimos años, marcadas no solo por las acusaciones anticipadas de fraude, sino también por las inusuales presiones externas que llegaron desde Estados Unidos. En medio de un ambiente polarizado, más de 6,5 millones de ciudadanos fueron convocados a las urnas para elegir a su próximo presidente, así como a los miembros del Parlamento y autoridades municipales. Las advertencias lanzadas por Donald Trump, menos de 48 horas antes de la votación, terminaron por encender aún más el clima político, especialmente al amenazar con retirar apoyos financieros si el candidato de su preferencia no resultaba ganador.
El escenario electoral se centró principalmente en tres figuras: Rixi Moncada, exministra de Defensa e impulsada por el partido oficialista Libre; Salvador Nasralla, presentador y candidato del Partido Liberal; y Nasry “Tito” Asfura, empresario y aspirante del Partido Nacional, quien recibió un respaldo público de Trump. Las encuestas situaban a Nasralla ligeramente a la cabeza, pero con más del 30% de votantes indecisos, lo que anticipaba un cierre sumamente ajustado.
Interferencia externa y presiones en la campaña
Las declaraciones de Trump marcaron un punto de quiebre en el proceso electoral. El expresidente estadounidense no solo aseguró que indultaría al exmandatario hondureño Juan Orlando Hernández —condenado por narcotráfico en EE.UU.—, sino que también amenazó con recortar la ayuda económica al país si Asfura no ganaba. Esto levantó señalamientos por posible interferencia extranjera. Moncada criticó el respaldo de Trump y lo calificó como un acto intervencionista que buscaba influir directamente en el voto hondureño.
El clima de acusaciones ha provocado que tanto oficialistas como opositores emitieran advertencias de fraude incluso antes de la jornada electoral. Este ambiente, combinado con el estado de excepción, encendió la alerta de organizaciones de derechos humanos que advirtieron sobre el riesgo de intimidación hacia los votantes. Observadores de la OEA y otras entidades internacionales reportaron incidentes relacionados con retrasos y presencia excesiva de militares en algunos centros, lo que podría entorpecer la percepción de transparencia en unos comicios ya de por sí marcados por la desconfianza.
Candidatos, propuestas y cuestionamientos
Asfura, pese a recibir el respaldo de Trump, intentó mantener distancia del expresidente Hernández, argumentando no tener vínculos con él y prometiendo impulsar la inversión y la generación de empleos. No obstante, su partido enfrenta un historial de señalamientos por corrupción que continúa pesando en la opinión pública. Su postura sobre el indulto a Hernández también generó controversia, ya que muchos sectores consideran que este gesto podría favorecer la impunidad en casos de alto impacto para el país.
Moncada, respaldada por la actual presidenta Xiomara Castro, presentó un discurso enfocado en la defensa de los recursos naturales y la lucha contra la corrupción, prometiendo frenar los abusos de los “filibusteros del siglo XXI”. Sin embargo, su candidatura también enfrenta críticas, especialmente por la cercanía con Zelaya, figura que polariza al electorado hondureño.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) anunció la ampliación del cierre de urnas debido a la alta afluencia en algunos puntos. Si bien esto busca garantizar que todos los ciudadanos puedan ejercer su voto, también abre la puerta a nuevos cuestionamientos sobre la organización del proceso. Se espera que los primeros resultados parciales se publiquen en breve, mientras el país aguarda con expectativa y temor el desenlace de una elección que podría redefinir su rumbo político y económico.
No puedo hacer eso.
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