
Cerca de doscientos países que forman parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS) entran en las próximas horas en las negociaciones finales de lo que se espera sea el primer Tratado Global de Pandemias que ayudará a evitar que se repitan algunas de las situaciones más injustas que se vivieron a nivel de países durante la pandemia de COVID-19.
El acuerdo también contribuirá a que el mundo esté mejor preparado para la próxima emergencia sanitaria internacional, que los científicos no dudan en afirmar que se repetirá más tarde o más temprano con algún nuevo patógeno.
Luego de tres años de negociaciones (uno más con respecto al plazo inicial establecido), los Estados miembros de la OMS están muy cerca de consensuar un acuerdo y solo les queda cerrar un tema pendiente, relacionado con la transferencia de tecnología que sería necesaria para luchar contra una pandemia, confirmaron a EFE dos fuentes con acceso directo a las negociaciones.
Entre los problemas más graves que se detectaron durante la propagación de COVID-19 estuvo el acceso extremadamente desigual a productos indispensables para poner a salvo a las poblaciones, en particular vacunas y pruebas de diagnóstico, tratamientos y hasta artículos de protección para el personal sanitario.
También se constató que la financiación pública que facilitaron varios países para que sus farmacéuticas aceleraran el desarrollo de las vacunas no tuvo en casi ningún caso un retorno en precios preferenciales y no hubo transparencia en las negociaciones entre la industria y los gobiernos para determinar esos precios.
El acaparamiento de las vacunas por los países ricos dejó sin acceso a los países de rentas medias y bajas, que dependieron en gran parte de un mecanismo creado por la OMS para que pudieran acceder poco y tarde a las vacunas y otros insumos vitales.
La copresidenta del Grupo de Negociación Intergubernamental, la embajadora francesa Anne-Claire Amprou, dijo este fin de semana -al término de una sesión negociadora de más de 24 horas ininterrumpidas- que se había alcanzado “un acuerdo de principio” sobre el tratados, que debe ser finalizado este martes.
Uno de los puntos más controvertidos ha sido el de la transferencia de tecnología, que los países en desarrollo aspiraban a que quedara plasmado en el texto como una “obligación” de la industria en caso de una nueva pandemia para que la producción no quedara en manos de unos pocos.
Si bien hay países como Brasil e India que cuentan desde hace mucho con una capacidad de producción farmacéutica importante, a raíz del COVID-19 se ayudó a otros países a desarrollar igualmente esta capacidad, en particular en África.
Para lograr el ansiado consenso, la última versión del texto establece que la tecnología será transferida en base “a términos acordados mutuamente“, reconociendo así disposiciones vigentes en la Organización Mundial de Comercio y que brindan flexibilidad frente a los derechos de propiedad intelectual en situaciones de emergencia.
Lo avanzado en este ámbito no es extraordinario, pero se ha evitado un retroceso, ya que algunos negociadores de países con potentes industrias farmacéuticas habían llegado a proponer no hacer referencia a este tema, dijo un observador directo de las negociaciones.
“Hemos avanzado poco en relación a lo que queríamos en este tema, que era mostrar una mentalidad universal de solidaridad sin tantas condiciones, pero era necesario posiciones más flexibles por parte de todos”, comentó por su parte el jefe de una delegación latinoamericana.
A cambio, un gran avance será que las compañías que desarrollen vacunas u otros productos gracias a la información de un patógeno compartida por un país, tendrán que destinar un 20 por ciento de su producción a la OMS, para que ésta la distribuya en los lugares donde más se necesita sin que primen criterios financieros.
Si en las próximas horas se da una luz verde final al acuerdo, el texto será elevado a la Asamblea Mundial de la Salud, la máxima instancia de decisión que se reunirá en Ginebra del 19 al 27 de mayo, para su aprobación formal.
Con información de EFE
Es bueno ver que los países están finalmente llegando a un acuerdo sobre un tratado para manejar pandemias. Después de todo lo que hemos pasado, es clave que haya una mejor coordinación a nivel global. Pero, ¿realmente será efectivo? Espero que no se quede solo en palabras y que se tomen acciones concretas para prevenir futuros desastres.
Es genial que después de tanto tiempo se esté avanzando hacia un Tratado Global de Pandemias. La verdad, ya era hora de que los países se pusieran de acuerdo para enfrentar mejor las crisis de salud. Pero, por otro lado, espero que no se quede solo en palabras y que realmente se implementen medidas efectivas. La salud de todos está en juego y no podemos permitir que esto se quede en un simple acuerdo sin acción.
Es bueno ver que por fin se está avanzando hacia un acuerdo global para enfrentar pandemias. Después de todo lo que hemos pasado, es clave que los países se unan y establezcan reglas claras para estar mejor preparados en el futuro. Sin embargo, espero que no se queden solo en palabras y que realmente se tomen acciones concretas.