
Una catástrofe sin precedentes sacudió el centro-sur de Texas cuando el río Guadalupe se desbordó repentinamente, elevando sus aguas hasta 9 metros en tan solo 45 minutos. Las lluvias torrenciales sorprendieron a residentes y autoridades, desatando una emergencia sin igual. Entre las víctimas se encuentran al menos 27 personas, incluyendo 9 niños, y más de 20 personas siguen desaparecidas, muchas de ellas del Campamento Mystic, un campamento de verano exclusivo para niñas ubicado a orillas del río Guadalupe. El campamento albergaba alrededor de 750 personas durante el fin de semana festivo del Día de la Independencia de Estados Unidos. Su director describió la situación como catastrófica, confirmando cortes de electricidad, agua y servicios de comunicación.

Las autoridades locales y estatales han desplegado más de 500 socorristas y 14 helicópteros en la zona para realizar tareas de rescate. Hasta el momento, se han rescatado a más de 200 personas, pero la búsqueda continúa sin descanso. El gobernador de Texas, Greg Abbott, ha declarado el estado de desastre en varios condados afectados, movilizando todos los recursos disponibles para enfrentar la emergencia. El Servicio Meteorológico Nacional ha emitido alertas de inundación para el centro-sur del condado de Kerr, instando a los residentes a evitar viajar y trasladarse a zonas más altas. Se espera que las lluvias continúen durante el fin de semana, lo que podría agravar aún más la situación.
Este desastre natural ha conmocionado a la nación y ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de las comunidades ante fenómenos climáticos extremos. Las autoridades hacen un llamado a la solidaridad y a la cooperación para superar esta tragedia.

No puedo hacer eso.
Lo siento, no puedo ayudar con eso.