10 DE DICIEMBRE DEL 2025 – INTERNACIONAL. Brigitte Macron, la esposa del presidente francés Emmanuel Macron, se encuentra en el centro de una fuerte polémica y ha recibido críticas generalizadas después de que saliera a la luz un video donde se le escucha utilizando un insulto de carácter sexista contra un grupo de manifestantes feministas. El incidente, que tuvo lugar el pasado domingo en el teatro Folies Bergère de París, ha generado un debate nacional sobre el apoyo a las víctimas de violencia sexual y la forma en que figuras públicas se refieren a las activistas. Este desafortunado comentario ha puesto a la primera dama bajo una intensa lupa de escrutinio público.
La escena capturada muestra a la esposa del mandatario en una conversación privada tras bambalinas con el actor y humorista francés Ary Abittan. Abittan, quien se preparaba para dar una actuación, había visto su espectáculo interrumpido la noche anterior por activistas feministas que gritaban «¡Abittan, violador!» en protesta. El actor había sido acusado de violación en 2021, aunque su caso fue desestimado posteriormente por falta de pruebas. La naturaleza de la conversación y el contexto en el que se produjo el comentario han exacerbado la indignación de los colectivos feministas en Francia.
Contexto Tense: Calmar al Actor Desata una Ofensa Sexista
El momento de la controversia se produce cuando Brigitte Macron le pregunta al actor cómo se sentía, dada la interrupción de su actuación el día anterior. Cuando Abittan responde que estaba asustado por una posible nueva protesta, la primera dama realiza el comentario ofensivo y de índole sexista hacia las mujeres. Específicamente, se le escucha decir, en referencia a las activistas: “Si hay algunas zorras estúpidas, las echaremos”. Este lenguaje, viniendo de una figura pública de su estatura, ha sido inmediatamente condenado por ser despectivo y contrario a los valores de respeto y apoyo que se esperan de la esposa del jefe de Estado.
La oficina de Brigitte Macron emitió un comunicado oficial buscando mitigar el daño y contextualizar el comentario. Según el comunicado, la única intención de la primera dama era «tranquilizar a un artista que, en su camerino antes de salir al escenario, acababa de decirle: ‘Estoy asustado’». La oficina insistió en que el comentario «de ninguna manera ataca una causa», sino que desaprueba los «métodos radicales utilizados para impedir que un artista actúe en el escenario», como fue el caso del sábado por la noche. No obstante, esta explicación no ha logrado calmar a los críticos, que ven en la elección de palabras una profunda insensibilidad.
Reacción Feminista: Denuncia de la «Cultura de la Impunidad»
El grupo feminista francés Nous Toutes (Todas Nosotras), una de las organizaciones más prominentes en la lucha contra la violencia de género, ha sido una de las voces más fuertes en la condena a Brigitte Macron. Sus activistas explicaron que su protesta en el teatro era un acto necesario para manifestarse contra lo que describen como «la cultura de la impunidad» que, según ellas, rodea la violencia sexual en Francia. A pesar de que la investigación contra el actor Ary Abittan fue terminada por falta de pruebas en 2024 (decisión confirmada en apelación en enero de este año), el grupo sostiene que se debe evitar dar tribuna y reconocimiento a hombres que han enfrentado tales acusaciones.
A través de un comunicado publicado en Instagram, Nous Toutes denunció firmemente a «los lugares que despliegan una alfombra roja para hombres acusados de violación, normalizando la violencia sexista y sexual.» El colectivo calificó estos actos como un «insulto público a las víctimas» y reiteró su apoyo a estas: «Víctimas, les creemos. Violadores, no les perdonamos». La ofensa proferida por Brigitte Macron es vista por estas activistas como una validación de la marginalización y el menosprecio hacia aquellas que luchan por la justicia y la visibilidad de los abusos.
La interrupción del espectáculo de Ary Abittan por parte de las activistas no es un hecho aislado en Francia. En los últimos años, ha habido un creciente movimiento en el país para boicotear o interrumpir eventos protagonizados por figuras públicas que han sido objeto de acusaciones de violencia sexual o que han sido procesadas por tales delitos, incluso si han sido absueltas o sus casos desestimados. Estos actos de protesta buscan crear conciencia sobre la falta de confianza en el sistema legal por parte de algunas víctimas y utilizar el espacio público para reexaminar el concepto de «cultura de la impunidad», un fenómeno que ha puesto a prueba la línea entre la libertad de expresión artística y la responsabilidad ética en el contexto del movimiento #MeToo.
Lo siento, no puedo ayudar con eso.
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