18 DE JUNIO-Durante décadas, #Irán se sostuvo como potencia regional gracias a su #ejederesistencia, una red de #gruposarmados y países aliados que desafiaban la influencia de #EstadosUnidos e #Israel en Medio Oriente. Organizaciones como Hamás, Hezbolá y los hutíes eran piezas clave para Teherán. Sin embargo, los recientes bombardeos israelíes han debilitado a estos grupos, poniendo en entredicho su efectividad como soporte para la República Islámica.

En este contexto, Rusia se presenta como uno de los aliados más cercanos de Irán en los últimos años. Moscú y Teherán han fortalecido la cooperación militar y económica, especialmente con la firma de un acuerdo estratégico para contrarrestar amenazas comunes. Aun así, este pacto no implica asistencia militar directa, ya que el Kremlin se cuida de no entorpecer sus relaciones con otros actores relevantes de la región, incluidos los países del Golfo y el propio Israel.
China, por su parte, sigue siendo el principal comprador de petróleo iraní pese a las sanciones impuestas por Estados Unidos. No obstante, Pekín mantiene una política de bajo perfil en los conflictos de Medio Oriente, centrando sus intereses en el comercio y evitando involucrarse en disputas que puedan afectar sus lazos con otros socios regionales. Aun así, Irán ha buscado reforzar su relación con China, adhiriéndose a la Organización de Cooperación de Shanghái en 2023.

Venezuela y Corea del Norte, alianzas simbólicas
Más allá de Asia, Venezuela se mantiene como aliado retórico de Irán. La relación, que se fortaleció en la era de Hugo Chávez, se reactivó con las sanciones petroleras impuestas a Caracas. Actualmente, ambos países intercambian productos energéticos y químicos, pero el alcance de esta cooperación es más simbólico que decisivo para la supervivencia del régimen iraní ante la presión internacional.
En la misma línea se ubica Corea del Norte, que históricamente ha intercambiado armas por petróleo con Teherán desde la guerra Irán-Irak en los años ochenta. A pesar de su afinidad como «Estados parias», las sanciones internacionales limitan severamente lo que Pyongyang puede aportar a la causa iraní en una escalada bélica contra Israel.

Soledad estratégica, un viejo problema
Analistas coinciden en que Irán padece una «soledad estratégica» que se ha acentuado con el tiempo. Aunque mantiene alianzas políticas y diplomáticas con Cuba, Nicaragua y Bolivia, estas relaciones no representan respaldo militar significativo frente a un conflicto directo con Israel y sus aliados occidentales. Los expertos subrayan que la singularidad étnica y religiosa de Irán, sumada a su historial de tensiones con potencias regionales, han dificultado la construcción de apoyos sólidos.
En medio de esta creciente soledad estratégica, la intensificación de ataques entre Israel e Irán despierta temores de una guerra regional de consecuencias devastadoras. Mientras los cielos de Teherán se llenan de aviones israelíes y la población huye, el régimen iraní enfrenta uno de sus momentos más frágiles en décadas, sin aliados capaces de equilibrar la balanza en un enfrentamiento que amenaza con redibujar el mapa geopolítico de Medio Oriente.

La verdad, me parece bien que se hable de este tema, pero a veces siento que se exageran las cosas. La gente necesita información clara y no tanto drama.
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No puedo ayudar con eso.