
17-Septiembre-2025-.-El canciller de Brasil, Mauro Vieira, calificó como una “interferencia en asuntos internos” las presiones internacionales —incluidas las del Gobierno de Estados Unidos— para liberar al expresidente Jair Bolsonaro, condenado a más de 27 años de prisión por intento de golpe de Estado. Vieira enfatizó que el presidente Lula da Silva no tiene autoridad para intervenir en decisiones del Poder Judicial, que es totalmente independiente.
“Hablar del juicio al expresidente y pedir su liberación por cualquier motivo es una interferencia en asuntos internos. Es imposible para el presidente Lula hacer algo al respecto, porque los tres poderes del Gobierno brasileño son independientes”, afirmó el canciller en entrevista con CNN.
Mientras tanto, la defensa de Bolsonaro adelantó que apelará la decisión del Tribunal Federal Supremo ante instancias internacionales, calificando la sentencia como “absurdamente excesiva y desproporcionada”. La situación se complica con la postura de Donald Trump, quien calificó el juicio como una “cacería de brujas” e incluso impuso un arancel del 50 % a Brasil, en un intento de presión política.
El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, también criticó la sentencia, tildándola de “injusta” y advirtiendo que EE.UU. “responderá en consecuencia”. Mientras sectores de la derecha brasileña y estadounidense piden una amnistía, las calles de varias ciudades de Brasil se dividen entre manifestantes que apoyan la liberación de Bolsonaro y quienes rechazan cualquier indulto.
Mauro Vieira calificó el reciente aumento de aranceles a productos brasileños como “una decisión claramente política”, sin fundamentos comerciales. Señaló que Brasil tiene un déficit comercial con EE.UU. de US$ 25.000 millones anuales y que los aranceles aplicados a productos estadounidenses son más bajos que los impuestos a los productos brasileños.
El canciller recordó que ocho de los diez principales productos estadounidenses ingresan a Brasil sin arancel, mientras que el promedio de impuestos brasileños es de 0,7 %, frente al 3,4 % aplicado por EE.UU. a sus exportaciones. Brasil mantiene la disposición de negociar, pero podría recurrir a la nueva Ley de Reciprocidad Comercial en caso de nuevas sanciones.
La tensión diplomática entre Brasil y EE.UU. ha afectado las perspectivas económicas del país. El Gobierno brasileño redujo su previsión de crecimiento para 2025 del 2,5 % al 2,3 %, citando altos tipos de interés y los posibles efectos negativos de los aranceles estadounidenses. Además, la interrupción de negociaciones técnicas debido a la carta de Trump refleja cómo la política internacional puede afectar directamente la economía doméstica, poniendo en riesgo empleos y exportaciones estratégicas.
El escenario político y económico en Brasil evidencia la delicada relación entre justicia interna, presiones externas y estabilidad económica, mientras el país enfrenta desafíos para mantener su autonomía en la toma de decisiones frente a potencias globales.