
17 de Septiembre del 2025.- Un grupo de activistas ha proyectado imágenes de Donald Trump junto al conocido agresor sexual Jeffrey Epstein sobre una de las torres del castillo de Windsor. Este acto de protesta, que se llevó a cabo el martes, coincidió con la segunda visita de Estado del presidente estadounidense al Reino Unido. La proyección, organizada por el grupo británico «Led by Donkeys», tuvo lugar un día antes de que Trump fuera recibido por la realeza británica en el mismo castillo, un evento que ha generado una gran cantidad de controversia y movilización social.
Una protesta visual que vincula a Trump con Epstein
El grupo «Led by Donkeys» es conocido por sus campañas a menudo humorísticas que buscan hacer responsables a los políticos por sus acciones. En este caso, el montaje de video proyectado en el castillo de Windsor incluía la fotografía policial de Trump, retratos de Epstein y una imagen de los dos hombres bailando juntos, junto con recortes de periódicos que detallaban su relación. La policía del valle del Támesis actuó rápidamente, deteniendo la proyección y arrestando a cuatro sospechosos por «comunicaciones maliciosas». Este tipo de protesta visual busca impactar a la opinión pública y crear un debate en torno a la relación de Trump con Epstein, un tema que ha empañado su administración durante semanas.
La protesta en Windsor no fue un evento aislado. La visita de Trump al Reino Unido ha sido un foco de protestas por parte de decenas de manifestantes anti-Trump que se congregaron en las afueras del castillo. Se espera que miles de personas más salgan a las calles de Londres el miércoles para protestar contra la presencia del mandatario en el país. La agenda del primer ministro británico, Keir Starmer, también se ha visto afectada por la controversia, ya que tuvo que destituir a su embajador en Washington tras revelarse sus estrechos vínculos con Epstein, lo que demuestra que el escándalo trasciende las fronteras de Estados Unidos y ha impactado en la política del Reino Unido.
La relación de Trump con Jeffrey Epstein ha sido un tema recurrente en los medios y ha generado serias preguntas sobre el círculo de amistades del expresidente. Aunque Trump ha declarado haber roto relaciones con el financiero, las imágenes proyectadas por los activistas recuerdan a un tiempo en que su amistad era cercana. El caso Epstein sigue siendo una herida abierta en la política estadounidense, con ramificaciones que se extienden a otras figuras de poder y que ahora se ha convertido en un punto de protesta en la visita de Trump al extranjero.
La policía local ha tomado la protesta muy en serio, como lo demuestra el arresto de los cuatro activistas. Felicity Parker, una responsable de la policía del valle del Támesis, declaró que no se tolera «cualquier actividad no autorizada en los alrededores del castillo de Windsor». Esta declaración contrasta con la naturaleza de la protesta en sí, que busca ser una expresión de la libertad de expresión y la crítica política. El incidente destaca el choque entre el derecho a protestar y la seguridad en torno a figuras de alto perfil.
La visita de Trump al Reino Unido, donde será recibido por el príncipe Guillermo, la princesa Catalina, el rey Carlos III y la reina Camila, se ha convertido en un evento de alto riesgo. Las protestas, tanto las pequeñas como las que se esperan masivas en Londres, no solo critican la figura de Trump, sino que también reflejan el profundo rechazo de una parte de la población británica a su política y a su historial personal. La proyección en el castillo de Windsor es un potente símbolo de esta disidencia, utilizando una de las residencias más icónicas de la monarquía británica como telón de fondo para su mensaje.