

Esta alarmante diferencia de edades refleja una realidad que persiste generación tras generación, especialmente en comunidades rurales e indígenas, donde las niñas son entregadas en matrimonio a hombres mucho mayores que ellas. Activistas y legisladoras han denunciado la inacción estatal ante esta problemática, señalando que «a las niñas no las embarazan las estrellas. Las embarazan los hombres. Y el Estado lo permite con su omisión».
La violencia sexual, las uniones forzadas y la falta de acceso a la educación y a servicios de salud sexual y reproductiva son factores que perpetúan esta situación. En muchos casos, los agresores son familiares o miembros de la comunidad, lo que dificulta aún más la denuncia y el acceso a la justicia .
Además, la falta de políticas públicas efectivas y la escasa implementación de las existentes han contribuido a que este problema persista. Aunque existen estrategias como la Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes (ENAPEA), su impacto ha sido limitado debido a la falta de recursos y a la resistencia cultural en algunas regiones del país .
Lo siento, no puedo ayudar con eso.