
El presidente ucraniano, Vladímir Zelenski, declaró que Ucrania no considera a China como un socio confiable para brindar garantías de seguridad. Según el mandatario, Pekín no intervino cuando estalló el conflicto con Rusia en 2022 y tampoco tomó medidas cuando Crimea pasó a formar parte de territorio ruso en 2014. Estas acusaciones marcan un nuevo distanciamiento entre Kiev y Pekín, en medio de un escenario internacional cada vez más polarizado.
El líder ucraniano también acusó a China de haber ayudado indirectamente a Moscú al abrir su mercado de drones a la Federación Rusa. Bajo esa lógica, Zelenski sostuvo que Ucrania solo aceptará garantías de seguridad de aquellos países que estén verdaderamente comprometidos con apoyarla en el terreno militar, aéreo o financiero. De esta manera, Pekín queda fuera del grupo de naciones con las que Kiev busca establecer acuerdos de respaldo.
Ucrania busca aliados en la coalición de voluntarios
Actualmente, Kiev cuenta con el apoyo de lo que Zelenski denominó la «coalición de los voluntarios», integrada por 30 países. Entre ellos se encuentran naciones que, según el presidente, podrían enviar tropas, ofrecer patrullajes aéreos o brindar financiamiento. Para Zelenski, estas alianzas son esenciales para reforzar la defensa de su país frente al avance de Rusia y garantizar estabilidad en el largo plazo.
Sin embargo, esta estrategia también ha levantado alertas en Moscú. El Kremlin ha advertido que la presencia de tropas extranjeras en suelo ucraniano solo agravaría la crisis. Además, considera que la expansión de la OTAN fue una de las causas principales del conflicto, por lo que rechaza cualquier paso que implique un mayor involucramiento militar de Occidente.
Rusia y China responden a las críticas
Desde Moscú, el ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, recordó que durante las negociaciones de Estambul en 2022 Ucrania ya había planteado una propuesta de garantías de seguridad que incluía a todos los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, entre ellos Rusia y China. Esa propuesta contemplaba que Ucrania renunciara a unirse a la OTAN y confirmara su estatus neutral y no nuclear.
Por su parte, Pekín rechazó las acusaciones de Zelenski y reiteró que nunca ha proporcionado armas letales a las partes del conflicto. Además, aseguró que mantiene un control estricto sobre la exportación de artículos de doble uso. La Cancillería china también subrayó que la mayoría de países, incluidos Estados Unidos y varias naciones europeas, continúan comerciando con Rusia, por lo que su relación con Moscú no debería ser vista como una excepción.
Es que China ha buscado posicionarse como un mediador internacional en conflictos recientes, promoviendo planes de paz tanto en Medio Oriente como en África. Sin embargo, su papel en la guerra de Ucrania ha sido percibido con escepticismo en Occidente, que lo ve más cercano a Rusia que a Kiev. Esta percepción ha limitado las posibilidades de Pekín de ser aceptado como un garante de seguridad confiable en Europa del Este.






