ESTRASBURGO (EFE).— El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, eligió el Consejo de Europa para romper ayer su silencio tras salir de la cárcel en junio y aseguró que ahora necesita una “readaptación” a la libertad que, según dijo, logró por declararse culpable de “haber hecho periodismo”.
“Quiero ser totalmente claro: no soy libre porque haya funcionado el sistema. Soy libre, tras años de encarcelamiento, porque me declaré culpable de haber hecho periodismo”, afirmó el australiano, que se consideró un “preso político” porque Estados Unidos utilizó la ley de espionaje para acusarle por sus filtraciones.
Tras publicar en 2010 miles de documentos que revelaron los secretos de Washington sobre las guerras de Iraq y Afganistán y sus detenciones en Guantánamo, Assange pasó los últimos doce años privado de libertad, primero en la Embajada de Ecuador en Londres entre 2012 y 2019, y desde entonces, en la cárcel de máxima seguridad de Belmarsh.
El 25 de junio logró la libertad tras un acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos en el que se declaró culpable de violar dicha ley de espionaje, lo que suponía una condena de 62 meses de cárcel que quedó anulada por el tiempo que cumplió en prisión.
“Mi readaptación al mundo tras un asedio en una Embajada y una prisión de máxima seguridad necesita algunos ajustes, cosas positivas pero aún difíciles, como volver a ser un padre de niños que han crecido sin mí, volver a ser un marido. E incluso tratar con una suegra”, bromeó también Assange, que aseguró que tras su liberación le ha sorprendido el “sonido escalofriante de los automóviles eléctricos”.
Muy bien, aquí tienes mi pequeña crítica:
¡Vaya, vaya, Julian Assange necesita una readaptación! Después de todo lo que ha pasado, no me sorprende que ahora quiera cambiar su forma de vida. Pero bueno, supongo que vivir en libertad debe ser todo un reto para alguien como él. A ver cómo le va en su nueva etapa. ¡Suerte, Julian!