
La reciente visita del jefe del Comando Sur de EE.UU., Alvin Holsey, a Surinam ha generado controversia internacional, al producirse en un contexto marcado por las agresiones militares estadounidenses en el Caribe. De acuerdo con el comunicado oficial del Comando Sur, el objetivo de la visita es sostener reuniones con altos mandos surinameses para “abordar desafíos de seguridad compartidos” y fortalecer la cooperación bilateral en materia de defensa y estabilidad regional.
Un viaje en medio de tensiones y cuestionamientos
La presencia del almirante Holsey en Paramaribo ocurre mientras EE.UU. mantiene un despliegue militar en las aguas caribeñas, principalmente frente a las costas de Venezuela, bajo el argumento de combatir el narcotráfico. Sin embargo, organizaciones internacionales y gobiernos de la región han cuestionado la falta de transparencia y la letalidad de las operaciones. Según informes preliminares, se habrían registrado varios ataques contra embarcaciones civiles acusadas de tráfico de drogas, sin pruebas contundentes que justifiquen las acciones.
Una visita con trasfondo político y militar
Holsey, quien se encuentra próximo a su jubilación tras haber presentado su renuncia el mes pasado, busca reafirmar la presencia de Estados Unidos en el Caribe y en los países miembros de la Comunidad del Caribe (Caricom). El embajador estadounidense en Surinam, Robert J. Faucher, declaró que la visita “refuerza el vínculo perdurable entre nuestras naciones”, en lo que muchos analistas interpretan como un intento por mantener influencia geoestratégica frente al avance de nuevos actores en la región, como China y Rusia.
Crecen las críticas por las acciones en el Caribe
En paralelo a la visita, el Secretario de Guerra de EE.UU., Pete Hegseth, confirmó un nuevo ataque en el Caribe que dejó al menos tres víctimas mortales. La ausencia de detalles sobre las identidades de las víctimas y la falta de evidencia sobre las supuestas incautaciones de drogas ha encendido las alarmas de organismos defensores de derechos humanos. Varios sectores consideran que Washington estaría utilizando el discurso antidrogas como pretexto para justificar una presencia militar cada vez más agresiva.
Surinam, un punto clave para la diplomacia estadounidense
Surinam, país con estrechos lazos comerciales con Europa y con creciente interés chino en sus recursos naturales, se ha convertido en una pieza clave para la política exterior de EE.UU. en el Caribe Sur. Expertos sostienen que la visita de Holsey también busca garantizar que Surinam mantenga alineamientos estratégicos con Washington, evitando que se acerque a potencias rivales. Sin embargo, desde la oposición surinamesa ya se han expresado voces de preocupación sobre la “militarización del diálogo diplomático”.
Una región entre la cooperación y la confrontación
Mientras EE.UU. insiste en su narrativa de “seguridad compartida”, los hechos sobre el terreno reflejan un creciente clima de tensión. Los países del Caribe demandan más transparencia en las operaciones y mayor respeto a la soberanía regional. La visita de Holsey, más que un gesto de cooperación, ha sido vista como un recordatorio del poder estadounidense en una zona históricamente estratégica, donde los límites entre la seguridad y la injerencia parecen cada vez más difusos.





