
China está impulsando una ofensiva mundial en la industria automotriz, enfocada en vehículos eléctricos e híbridos. Grandes fabricantes como Great Wall Motor, BYD, Chery, Geely y SAIC están instalando plantas en Europa (Hungría), Asia y América Latina (Brasil, México y Argentina), en línea con su política industrial “Made in China 2025”, que busca posicionarse en sectores tecnológicos clave.
Brasil: epicentro industrial y laboratorio de innovación
- Great Wall Motor adquirió la antigua planta de Mercedes-Benz en Iracemápolis y desarrolló modelos híbridos adaptados a la gasolina con mezcla de etanol, requerida por las leyes brasileñas.
- BYD tomó la planta de Ford en Camaçari (Bahía), modernizándola para producir eléctricos y baterías. La compañía también exporta autobuses eléctricos a Santiago de Chile y planea aumentar su producción brasileña hacia 2025.
- Chery, en alianza con el grupo CAOA, invertirá 400 millones de dólares en la construcción de una fábrica en Goiás con capacidad para 100 000 vehículos anuales, reforzando la integración regional.
En 2023–2024, las importaciones de automóviles chinos en Brasil se triplicaron, lo que ejerció presión sobre el gobierno para implementar aranceles más altos y exigir producción local a cambio de beneficios.
México: plataforma nearshore y polo de atracción estratégica
Mexico se ha convertido en un objetivo clave debido a su ubicación geográfica y acceso comercial bajo el T-MEC:
- Se estima que 36 fabricantes chinos de autopartes ya operan en el país, muchas de ellas por invitación directa de armadoras tradicionales, y plantas como Minghua (cercana a BMW) o proveedores en Nuevo León abastecen a Tesla.
- En el segmento de vehículos terminados, han ingresado marcas como MG, Chirey/Omoda/Jaecoo/Exeed, BYD, Geely, Great Wall, BAIC, JAC, Changan, y Zeekr. JAC ya cuenta con una planta en Hidalgo desde 2017.
- Según EY, las marcas chinas podían alcanzar entre el 11 % y 25 % del mercado mexicano en 2024‑2029, con proyecciones moderadas de 50 000‑60 000 unidades vendidas este año y 100 000 en 2025.
- BYD confirmó que establecerá una planta en México, con posibles ubicaciones en Puebla, Jalisco o Nuevo León, y ya conversa con el gobierno nacional. A pesar de declaraciones oficiales de la presidencia (Sheinbaum) negando proyectos concretos hasta noviembre de 2024, fuentes de la industria (MILENIO, enero 2025) afirman que los procesos están avanzados.
- EY destaca que México, por su marco regulatorio menos restrictivo que EE.UU., resulta atractivo para expandir ventas y luego exportar a América Latina, evitando aranceles bajo el T-MEC.
Desafíos y fricciones geopolíticas
- El gobierno de Estados Unidos observa con preocupación el flujo de vehículos chinos hacia su zona de libre comercio, advirtiendo que México puede convertirse en “puerta trasera” para autos chinos hacia mercados norteamericanos.
- Ejecutivos como Jim Farley (Ford) describen el escenario como “una competición global con China”, y afirman que si pierden, su futuro estaría en riesgo.
- Aunque la inversión china representa el 17.5 % del total en el sector automotriz mexicano en 2024 (superando a Japón y Corea, segundo solo detrás de EUA), su rápida expansión puede generar presión regulatoria y revisiones en materia de comercio e inversión.
Hacia una transición energética regional
- China pivota hacia inversiones en “infraestructura nueva”: vehículos eléctricos, baterías, energía renovable, 5G e inteligencia artificial. Según El País y Diálogo Interamericano, casi 3.7 mil M USD ya se han canalizado hacia tecnología sostenible en América Latina, incluyendo autos eléctricos y plantas de producción locales.
- Las exportaciones regionales de vehículos nuevos de energía crecieron un 26.5 % en 2023, alcanzando 337 000 unidades entre enero y mayo, reflejando una estrategia de diversificación de comercio hacia manufactura e inversión local.