
CULIACÁN.- Luego de que se reportaran disparos en varios puntos de Culiacán, circulan vídeos en redes sociales que muestran a estudiantes tirarse al piso de sus aulas para resguardarse de las detonaciones cerca de algunas escuelas en Sinaloa.
Alumnas y alumnos de instituciones de educación básica y otros pertenecientes al CBTIS 224, ubicado en Culiacán, implementaron el protocolo de seguridad ante los reportes de disparos y ataques armados contra al menos 3 viviendas de la zona.
Las imágenes difundidas en redes sociales muestran a varios estudiantes de primaria “boca abajo”, para protegerse de alguna posible bala perdida. Otros alumnos se observan tomados de las manos ante el terror de las detonaciones por armas de fuego.
Niños se resguardan pecho tierra en escuela de #Sinaloa por balaceras de esta mañana en varias zonas de #Culiacán. pic.twitter.com/eRcHWOAjcT
— Manuel Lopez San Martin (@MLopezSanMartin) March 21, 2025
Uno de los videos de apenas 6 segundos, de inmediato se hizo viral y deja ver que los profesores permanecen de pie junto a los alumnos, en vigila de que todos se encuentren tranquilos y a salvo.
Otro video de 9 segundos muestra a estudiantes del CBTIS 224 y maestros de la misma institución, permanecer resguardados en el aula. Algunos menores se encuentran tirados en el piso, otros sentados con la cabeza baja mientras sus clases se paralizan ante nuevos actos de violencia en la entidad.
Afuera de las instituciones, se sabe que autoridades atendieron el reporte de disparos en varios puntos de Culiacán, cuyas agresiones dejaron como resultado 3 residencias vandalizadas a balazos, una de ellas presuntamente perteneció al sicario Rodrigo Aréchiga Gamboa, alias El Chino Ántrax, asesinado en 2020.
La mañana de este viernes, una vivienda en #Culiacán, la capital de Sinaloa, fue baleada en múltiples ocasiones. Los hechos ocurrieron en la cercanía de una secundaria mientras todos estaban en clases pic.twitter.com/p0mlhOn1bq
— Debate (@ELDEBATE) March 21, 2025
Es muy triste ver a los estudiantes en esa situación, teniendo que tirarse al suelo por miedo a una balacera. La educación debería ser un lugar seguro, no un campo de batalla. Es una pena que tengamos que llegar a estos extremos y que los jóvenes vivan con tanto miedo. Deberíamos hacer más para proteger a nuestros niños y asegurar que puedan aprender sin preocupaciones.