
CIUDAD DE MÉXICO.— En un lapso de 24 horas, la violencia se recrudeció en Guanajuato, Tabasco y Sinaloa, dejando un saldo de al menos 15 muertos.
Los hechos más graves ocurrieron en Apaseo el Grande, Guanajuato, donde un comando atacó a un grupo en el panteón de San José Agua Azul, asesinando a siete personas e hiriendo a tres más. En Celaya, dos ataques distintos acabaron con la vida de un exdirector de la Policía y un oficial en su domicilio.
Autoridades estatales informaron que, tras la masacre en Apaseo el Grande, se desplegó un operativo coordinado entre los tres niveles de gobierno. Extraoficialmente, se habla de tres detenidos en Querétaro, pero ni las autoridades de ese estado ni las de Guanajuato han confirmado la versión. Además, en Celaya, el coronel Pablo Muñoz Huitrón, secretario de Seguridad Ciudadana, lamentó el asesinato del agente Roberto Carlos Juárez Hernández, calificándolo de “acto cobarde”.
En Tabasco, se registraron cuatro ataques armados en los municipios de Teapa, Nacajuca y Comalcalco. En Teapa, un hombre fue asesinado por dos motociclistas armados; minutos después, en Nacajuca, un ataque dejó dos muertos y un herido. En Comalcalco, dos personas más fueron baleadas, entre ellas un delegado municipal.
La Fiscalía estatal investiga si los cuatro ataques registrados en 24 horas están relacionados. La violencia en la región se ha incrementado en los últimos meses, con ejecuciones a plena luz del día. Habitantes de Nacajuca y Comalcalco han denunciado el aumento de la presencia de grupos criminales.
En Culiacán, Sinaloa, un comando disparó contra una vivienda en la colonia Renato Vega Amador, donde murió un joven de 23 años y su hija menor de edad resultó herida. Horas más tarde, los cuerpos de dos hombres fueron abandonados frente a un salón de eventos. En la colonia Revolución, otro grupo armado atacó un centro de fiestas sin causar víctimas.
La menor herida en el ataque en la colonia Renato Vega Amador fue trasladada a un hospital, donde su estado de salud se reporta grave. Autoridades han reforzado la vigilancia en la zona y mantienen operativos para identificar a los responsables.
El asesinato del exdirector de la Policía de Celaya, Carlos Miguel Reyes Ortega, se suma a una serie de ataques contra agentes en Guanajuato. Desde enero, al menos ocho policías y dos exdirectores han sido asesinados en la entidad. La mitad de estos crímenes ocurrieron en Celaya, una de las ciudades más violentas del país.
Organizaciones civiles han manifestado su preocupación por la escalada de violencia en estos estados. “La situación de inseguridad sigue fuera de control y es necesario un cambio en las estrategias de seguridad”, señaló un informe reciente sobre violencia en el país.
Apoyo insuficiente
Las autoridades estatales han pedido apoyo al gobierno federal para contener la ola de violencia. En Guanajuato, Sinaloa y Tabasco se han desplegado operativos con la participación del Ejército y la Guardia Nacional, pero los ataques continúan.
Es realmente preocupante ver cómo la violencia sigue afectando a tantas personas en diferentes partes del país. Cada vez que escuchamos noticias así, se siente como si no hubiera un final a la vista. Es triste pensar en las familias que sufren por estas situaciones y lo poco que parece hacerse para cambiarlo. Necesitamos más acciones concretas para combatir este problema y proteger a la gente.
Es increíble que en pleno siglo XXI sigamos viendo noticias así. La violencia no solo afecta a las víctimas, sino que también crea un ambiente de miedo y desconfianza en la sociedad. Es hora de que se tomen medidas más efectivas para enfrentar este problema y garantizar la seguridad de todos. No podemos quedarnos de brazos cruzados mientras la situación empeora.
Es realmente preocupante ver cómo la violencia sigue afectando a tantas personas en diferentes partes del país. Es triste pensar que en solo un día, 15 vidas se perdieron. La situación parece no tener fin y es frustrante que no se tomen medidas efectivas para detener esto. La gente solo quiere vivir en paz y no tener que preocuparse por su seguridad.