
21 de Octubre del 2025.- La Fiscalía General del Estado (FGE) ha confirmado la vinculación a proceso de dos personas, Carlos Eder “N” y Glenda Magali “N”, por su probable participación en graves delitos contra una menor de edad. Esta acción judicial resalta el compromiso de las autoridades con la protección de la infancia y la persecución de quienes vulneran los derechos de los niños. El hombre fue imputado por abusos sexuales y violación, mientras que la mujer enfrenta cargos por omisión, al no haber cumplido con su deber de cuidado.
Cronología de los Hechos: Abuso y Silencio
Los hechos que dieron pie a la carpeta de investigación iniciaron a mediados de abril de 2023. La denuncia indica que en su domicilio de la colonia Jardines, el imputado, aprovechando la cercanía familiar con la víctima, quien en ese entonces tenía solo 10 años, la tocó de manera inapropiada. Tras este primer incidente, el agresor advirtió a la menor que debía guardar silencio sobre lo ocurrido, una táctica común en los casos de abuso sexual. La situación se agravó con la falta de apoyo.
Lamentablemente, días después de este primer abuso, la menor intentó contarle a su madre, Glenda Magali “N”, lo que había pasado. Sin embargo, la mujer no le creyó y le ordenó que no mintiera y que el tema quedaría solo entre ellas. Esta respuesta marcó el inicio de la omisión que hoy le imputan, pues tenía el deber legal y moral de proteger a su hija. La indiferencia de la madre dejó a la víctima en una situación de indefensión y desprotección frente a los posteriores ataques.

A finales de mayo de 2025, el abuso escaló a la violación. Carlos Eder “N” presuntamente violó a la víctima en el patio de la casa. Para lograr su cometido, el agresor habría recurrido a una amenaza aún más terrible: sacar un arma de fuego para privar de la vida primero a su hermanito y después a ella, ejerciendo una violencia psicológica extrema. Este tipo de amenazas son utilizadas para asegurar el silencio de las víctimas.
Deber de Cuidado Ignorado y Prisión Preventiva
Tras la violación, la menor volvió a buscar refugio en su madre, contándole lo sucedido. Nuevamente, la respuesta de Glenda Magali “N” fue desestimar el dolor de su hija, reiterando que no debía repetir esas cosas y ordenándole callar. Días después, el 31 de julio, el ahora imputado volvió a violar a la víctima. La inacción de la mujer, al tener pleno conocimiento de la situación, constituye el delito de omisión, pues ignoró el peligro y no actuó para proteger a su hija, quien estaba bajo su responsabilidad.
La justicia se puso en marcha luego de la denuncia presentada por un familiar de la menor, lo que llevó a la detención de Carlos Eder “N” y Glenda Magali “N”. El Juez de Control, después de revisar las pruebas de la Fiscalía, decidió vincular a proceso al hombre por abuso y violación, y a la mujer por omisión, al haber fallado en su deber de custodia y cuidado. Ambos quedaron recluidos bajo prisión preventiva, asegurando que enfrentarán el proceso jurídico en reclusión.








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