
La presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum Pardo, ofreció detalles sobre su reciente encuentro con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el primer ministro de Canadá, Mark Carney, el pasado viernes. La reunión se dio en el marco del sorteo de la Copa Mundial de Fútbol 2026, lo que, según la mandataria mexicana, le restó el carácter de un encuentro diplomático formal o rigurosamente político. Sus palabras buscan contextualizar la naturaleza de esta primera interacción trilateral de alto nivel.
Sheinbaum explicó que la reunión no estaba en la agenda inicial como un evento de trabajo político estructurado. «No fue un evento formalmente político», indicó, sugiriendo que el ambiente y la finalidad principal del encuentro (el sorteo deportivo) influyeron en el desarrollo de la conversación. Esta precisión es importante para manejar las expectativas sobre los acuerdos o avances logrados en un encuentro que se produjo de manera más bien casual en un evento internacional.
El Encuentro Privado y los Primeros Acercamientos
En cuanto al diálogo privado que sostuvo con los mandatarios, la presidenta electa reconoció que no hubo avances significativos o conclusiones inmediatas. A pesar de que la reunión fue breve (otros reportes indican que duró alrededor de 45 minutos), el tono fue cordial y de respeto mutuo. La intención principal, más que tomar decisiones, fue sentar las bases para una relación de trabajo futura, la cual es crucial dada la intensa interdependencia económica de los tres países que conforman la región de Norteamérica.



“No se avanzó mucho, pero quedaron de seguir trabajando”, reportó Sheinbaum, refiriéndose al resultado de la conversación. Esta frase indica un reconocimiento mutuo de la necesidad de mantener el diálogo trilateral. La continuidad del trabajo en la agenda regional, especialmente la comercial, es una prioridad para México, por lo que el simple hecho de establecer un canal de comunicación con los líderes de EE. UU. y Canadá ya representa un avance diplomático.
Temas Clave y la Continuidad de la Agenda Regional
Aunque la reunión no fue formal, es inevitable que temas de alto impacto hayan estado presentes en la plática privada. Los asuntos comerciales, como el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) —cuya revisión se aproxima—, y las tensiones arancelarias en sectores como el automotriz, el acero y el aluminio, son prioritarios para la región. La presidenta electa ha manifestado que su prioridad es asegurar una relación comercial beneficiosa para México.
La disposición a «seguir trabajando» muestra un compromiso de las tres naciones para abordar estos temas complejos con una actitud constructiva. La reunión, aunque breve y no formalmente política, sirvió para reafirmar la importancia de la cooperación trilateral y preparar el terreno para encuentros futuros, más estructurados y con objetivos definidos.







