Culiacán, Sinaloa.- El grito de “¡Fuera Rocha!” resonó fuerte y claro en las calles de Culiacán durante una marcha que reunió a miles de sinaloenses en protesta contra la creciente violencia que azota el estado. La manifestación, cargada de enojo y desesperación, se realizó tras el asesinato de los hermanos Sarmiento Ruiz y su padre, un hecho que conmovió a la comunidad y desató una ola de indignación.
Los asistentes a la marcha exigieron justicia y mayor seguridad, alzando la voz en contra de las autoridades estatales y federales, a quienes acusan de no hacer lo suficiente para frenar la violencia que afecta a Sinaloa. La familia Sarmiento Ruiz, conocida en la región, fue asesinada de manera brutal, lo que generó una profunda tristeza en la comunidad y encendió las alarmas sobre la situación de inseguridad que vive el estado.
Durante la protesta, los manifestantes clamaron por la renuncia del gobernador Rubén Rocha Moya, a quien responsabilizan de no haber tomado medidas efectivas ante el creciente clima de violencia. «¡Fuera Rocha!» fue el lema principal de la jornada, reflejando el descontento generalizado por la falta de respuesta ante la ola de asesinatos, secuestros y extorsiones que, según los ciudadanos, han aumentado en los últimos meses.
La marcha, que recorrió varias calles del centro de Culiacán, estuvo acompañada de pancartas y consignas que exigían un cambio urgente en la estrategia de seguridad del estado. Los participantes no solo pedían justicia para los Sarmiento Ruiz, sino también un alto a la impunidad y un mayor compromiso por parte de las autoridades para garantizar la seguridad de los sinaloenses.
Este hecho refleja el creciente malestar de los ciudadanos, que sienten que la violencia ha tocado cada vez más cerca de sus hogares, afectando la tranquilidad y estabilidad de la comunidad. La marcha en Culiacán es solo una muestra de que los habitantes del estado ya no están dispuestos a callar y exigen respuestas claras frente a una situación que parece no tener fin.
Es bueno ver que se están tomando medidas para ayudar a los más necesitados, pero a veces siento que las soluciones son demasiado lentas y no llegan a todos los que realmente lo necesitan. Hay que actuar más rápido y con más fuerza para hacer una diferencia real.