10 DE JUNIO-Un agente del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) fue asesinado este jueves por la mañana en Kyiv, en lo que las autoridades han calificado como un aparente asesinato premeditado. El portavoz del SBU confirmó el deceso, aunque no reveló públicamente la identidad del agente. El caso ha encendido las alarmas en plena escalada de tensiones, especialmente por la reciente actividad de este cuerpo de inteligencia contra objetivos militares rusos.

Videos sin audio captados por cámaras de seguridad y compartidos en redes sociales muestran lo que sería el momento del crimen. En las imágenes se observa a un hombre salir de un edificio de apartamentos con bolsas en mano cuando es interceptado por un sujeto enmascarado. El agresor, que aparentemente portaba un arma de fuego, dispara a quemarropa y huye de inmediato. Las autoridades aún trabajan en la identificación del responsable.
La Policía de Kyiv, en coordinación con otras agencias de seguridad, está liderando la investigación. Confirmaron que la víctima fue hallada muerta en el sitio con una herida de bala, y que no se descarta un ataque dirigido como represalia o intento de desestabilización interna. Cabe recordar que el SBU ha estado en el centro de operaciones de alto perfil en los últimos meses, incluyendo el ataque con drones sobre aeródromos rusos, conocido como “Operación Telaraña”.
Dicho operativo, aplaudido por funcionarios ucranianos y calificado como una humillación para Moscú, logró infiltrarse en territorio ruso con decenas de drones. El resultado: la destrucción de aviones estratégicos, bombarderos y aeronaves de vigilancia de alto valor. La naturaleza ofensiva y precisa del ataque evidenció la capacidad operativa del SBU, lo que podría haber convertido a sus agentes en blancos de represalia.
Además, el SBU ha sido vinculado con operaciones encubiertas como la presunta eliminación del teniente general Igor Kirillov, acusado de estar implicado en el uso de armas químicas por parte de Rusia. Aunque el Kremlin no ha emitido declaraciones formales sobre estas acusaciones, la creciente presión sobre el SBU y sus integrantes refuerza las sospechas de que sus agentes podrían estar bajo amenaza constante.
Este aparente asesinato ocurre en un contexto en el que Ucrania ha intensificado su guerra de inteligencia como una extensión directa del conflicto militar con Rusia. Lo que hace más alarmante el crimen es que no solo pone en riesgo la seguridad de los agentes operativos, sino que plantea preguntas sobre el grado de infiltración de actores externos dentro del territorio ucraniano. Además, evidencia lo que analistas internacionales han venido advirtiendo: la guerra híbrida entre Ucrania y Rusia se libra también en las calles y no solo en los frentes de batalla. La capacidad del atacante para actuar con tal precisión sugiere planificación, conocimiento del blanco y una posible falla en la seguridad interna, elementos que podrían poner en jaque la estabilidad operativa del SBU si no se atienden con rigor.