
Usuarios creyeron que el animal intentaba abordar con boleto en mano
En los últimos días, un tierno video se hizo viral en redes sociales. En las imágenes se ve a varias mujeres discutiendo con personal de aeropuerto, mientras un pequeño canguro, aparentemente enojado, sostiene su boleto y trata de abordar el avión. La escena causó risa, ternura y hasta indignación, pues muchos usuarios creyeron que al animal no lo dejaban viajar pese a “tener su pase de abordar”.
Sin embargo, todo resultó ser falso. El supuesto video del canguro en aeropuerto fue generado por inteligencia artificial (IA). Los movimientos, gestos y hasta el boleto en las patas del animal fueron diseñados con programas que permiten crear animaciones hiperrealistas. Aunque fue compartido por decenas de páginas de entretenimiento, ninguna indicó desde el principio que se trataba de contenido ficticio.
Esto generó confusión entre los internautas. Algunos lo compartieron como si fuera un caso real de discriminación absurda o como parte de una historia viral “positiva” que merecía compartirse. Otros, más atentos, notaron detalles extraños como la iluminación, los rostros poco definidos o el movimiento forzado de los personajes, lo que levantó sospechas.

El video fue generado por inteligencia artificial y no es real
El video sirvió para recordar lo fácil que es hoy en día crear escenas falsas con IA y hacerlas pasar por reales. Especialistas han advertido que este tipo de contenidos pueden desinformar y provocar reacciones intensas, como enojo o solidaridad, por situaciones que nunca ocurrieron. Por eso recomiendan siempre verificar la fuente antes de compartir cualquier video viral.
Aunque el caso del canguro con boleto fue inofensivo y más bien divertido, deja ver lo vulnerable que es el público frente a la nueva generación de contenido falso. En un contexto global donde la verdad compite con la ficción en redes sociales, aprender a identificar imágenes generadas por IA es cada vez más importante.
Al final, este “engaño adorable” terminó siendo una simple muestra del poder de la tecnología para crear escenas que parecen reales. Pero también es un llamado de atención: no todo lo que vemos en internet es verdad, incluso si nos saca una sonrisa.