
La celebración por los siete años del movimiento de la Cuarta Transformación estuvo marcada por un mensaje firme de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien destacó que la llamada transformación ferroviaria representa un cambio profundo respecto a lo que se vivió en sexenios anteriores. Señaló que, durante décadas, los ferrocarriles fueron privatizados y gradualmente abandonados, lo que afectó el desarrollo social y económico de amplias regiones del país. Hoy, dijo, el panorama es distinto gracias al impulso de nuevos proyectos y la recuperación del sistema nacional de trenes.
En su intervención, Sheinbaum recordó que este abandono dejó comunidades desconectadas, elevó costos logísticos y frenó oportunidades para el turismo y el transporte de carga. Bajo este contexto, afirmó que los avances actuales no solo responden a una visión de movilidad moderna, sino también a un compromiso con el bienestar y la integración del territorio nacional. La mandataria mencionó que la transformación ferroviaria ha logrado colocar nuevamente a México en la ruta de la infraestructura pública eficiente.
Recuperación del sistema
Sheinbaum explicó que, a diferencia de los gobiernos del pasado, la 4T impulsó una estrategia integral basada en la recuperación, ampliación y modernización de vías férreas. Su mensaje enfatizó que proyectos como el Tren Maya, el Tren Interoceánico y los corredores logísticos no solo mejoran el transporte, sino que generan empleos, fortalecen la economía regional y reactivan zonas que por años permanecieron sin inversión. La presidenta subrayó que estos avances no serían posibles sin la decisión política de recuperar un sistema que había sido entregado a intereses privados.
Sheinbaum mencionó es el impacto tecnológico que acompaña estos proyectos, pues el nuevo modelo ferroviario integra sistemas de señalización inteligente, monitoreo satelital y herramientas que optimizan la seguridad y velocidad en los trayectos. Este componente tecnológico, que no existía en administraciones anteriores, permite que México se acerque a estándares internacionales y compita con sistemas de transporte avanzados de otros países. Según especialistas, esta renovación no solo acelera la movilidad, sino que reduce riesgos en la operación diaria de los trenes.
Impacto en las regiones
Otro punto relevante es el beneficio directo para las comunidades que quedaron marginadas tras la privatización. Sheinbaum recalcó que muchas localidades dependían del ferrocarril para transportar mercancías y acceder a servicios, por lo que su abandono derivó en aislamiento económico. Ahora, con la transformación ferroviaria, se busca recuperar ese vínculo histórico entre movilidad y bienestar social. La presidenta reiteró que este cambio no solo se mide en kilómetros de vía, sino en oportunidades generadas y en la reducción de desigualdades.
Finalmente, Sheinbaum afirmó que los próximos años serán decisivos para consolidar una red ferroviaria pública, moderna y funcional. Enfatizó que la 4T continuará apostando por obras que fortalezcan la soberanía nacional y que al mismo tiempo impulsen el turismo, la economía local y la conectividad entre estados. Para la mandataria, este renacimiento del ferrocarril es una muestra de que, cuando el Estado toma un papel activo, es posible transformar sectores que parecían perdidos y devolverlos al servicio del pueblo.







