
La presidenta electa, Claudia Sheinbaum Pardo, ha manifestado una postura firme y contundente ante el reciente ataque de fuerzas estadounidenses a cuatro embarcaciones mexicanas en aguas del Pacífico. Sheinbaum fue clara al señalar que México no está de acuerdo con este tipo de acciones unilaterales y exigió un categórico respeto a la soberanía nacional. Este incidente ha escalado las tensiones diplomáticas, obligando a la futura administración a pronunciarse sobre la defensa de su territorio y las normas internacionales, a semanas de asumir formalmente el cargo.
La mandataria recordó que México cuenta con protocolos eficaces y establecidos para actuar contra delitos que se cometen en altamar, incluyendo el combate al narcotráfico y otras actividades ilícitas. Su declaración implica que la intervención de fuerzas extranjeras, incluso bajo el pretexto de seguridad, es innecesaria e inaceptable. La exigencia de respeto a la soberanía subraya la importancia de que cualquier acción en aguas mexicanas se realice bajo la coordinación y el consentimiento de las autoridades nacionales, en estricto apego a los acuerdos bilaterales existentes.
El Rechazo al Ataque en Altamar y la Defensa de la Soberanía
El ataque estadounidense a las cuatro lanchas en el Pacífico ha sido calificado como una violación a la soberanía territorial de México, ya que se llevó a cabo en una zona de interés nacional o potencialmente dentro de la zona económica exclusiva mexicana. La postura de Claudia Sheinbaum busca trazar una línea clara de defensa de los intereses nacionales desde el inicio de su sexenio, dejando en claro que no permitirá intromisiones o acciones militares no autorizadas dentro de su jurisdicción.
La insistencia en que México tiene sus propios protocolos eficaces es un mensaje directo a Estados Unidos, indicando que las autoridades mexicanas tienen la capacidad y la voluntad de enfrentar el crimen organizado sin necesidad de intervenciones externas. La exigencia de respeto a la soberanía se convierte así en un punto clave de la política exterior de la administración entrante, priorizando la cooperación, pero siempre bajo el principio de no injerencia.
El incidente en el Pacífico representa un desafío diplomático temprano para la próxima presidenta, quien debe balancear la relación de cooperación en seguridad con Estados Unidos y la defensa del territorio nacional. La declaración de Sheinbaum sienta un precedente de cómo su gobierno abordará las operaciones transfronterizas y la seguridad marítima. La firmeza con la que se exige el respeto a la soberanía es un indicativo de que México buscará renegociar o revisar los términos de la colaboración en materia de combate al crimen en las fronteras.








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