
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo salió al paso de la controversia generada por un reportaje publicado por el medio EMEEQUIS, el cual señalaba que Raquel Buenrostro había omitido declarar un departamento con un valor de 9 millones de pesos. De manera inmediata y contundente, la mandataria federal defendió la integridad y la trayectoria de la actual secretaria, afirmando que Buenrostro «tiene una enorme reputación» y que las acusaciones no tienen fundamento. Este espaldarazo presidencial busca frenar el debate público sobre la posible falta administrativa o el conflicto de interés.
La defensa de Sheinbaum se centró en desvincular las acusaciones de una falla ética y, en cambio, las atribuyó a una reacción de venganza por parte de aquellos afectados por el trabajo de Buenrostro. Según la presidenta, «algunos están molestos porque los obligó a pagar impuestos», refiriéndose a su gestión previa en el Servicio de Administración Tributaria (SAT). Este argumento sugiere que el reportaje es una represalia de grupos o empresas que en su momento fueron fiscalizadas de manera rigurosa, y que ahora buscan desacreditar a la funcionaria.
Sin Irregularidades: Sheinbaum Cierra el Caso del Departamento de 9 Millones
La mandataria fue categórica al asegurar que Raquel Buenrostro no ha cometido ninguna irregularidad, zanjando así el tema de la no declaración del departamento. «No hay nada que haya hecho mal Raquel», declaró Sheinbaum, dando por concluida la discusión sobre el supuesto patrimonio no declarado. Con esta afirmación, la presidenta busca transmitir un mensaje de confianza plena en la legalidad de los actos de su colaboradora, desestimando la investigación periodística que puso el tema en el ojo público.
La administración federal prioriza la reputación de la funcionaria, a quien se le reconoce el haber incrementado notablemente la recaudación fiscal y haber confrontado a grandes contribuyentes durante su paso por el SAT. Esta trayectoria de mano dura en la fiscalización es el escudo principal en su defensa. La presidenta refuerza la idea de que la integridad de Buenrostro es innegable, y que las acusaciones sobre un departamento no declarado son solo ruido generado por intereses económicos afectados.







<


