
Un fenómeno insólito e impactante ha transformado el paisaje árido de Arabia Saudí: el desierto se ha visto inundado por verdaderos ríos de granizo tras una poderosa y atípica tormenta. Las imágenes que circulan en redes sociales y medios de comunicación muestran cómo la acumulación masiva de hielo, arrastrada por el agua de lluvia, creó corrientes gélidas que fluyeron por las dunas y wadis (cauces secos), un evento casi sin precedentes en una de las regiones más secas del planeta.
Este fenómeno insólito subraya la intensidad extrema de la tormenta que azotó la zona. El granizo, que usualmente se derrite rápidamente al tocar el suelo, se precipitó en tal cantidad y con temperaturas lo suficientemente bajas como para acumularse en grandes volúmenes. Al combinarse con las fuertes lluvias, este hielo fue arrastrado por la gravedad, creando corrientes de granizo que recordaban a ríos de granizo. La magnitud del evento ha dejado perplejos a expertos en clima y a la población local.
El Desafío de las Tormentas Atípicas en el Desierto
La ocurrencia de una tormenta de esta magnitud, capaz de generar ríos de granizo y transformar un desierto en un paisaje invernal efímero, es una clara manifestación de los patrones climáticos extremos que se están volviendo más comunes. En el corazón de Arabia Saudí, donde las temperaturas suelen ser abrasadoras, un fenómeno insólito como este representa un desafío logístico y de seguridad para las comunidades y el transporte.
La infraestructura del desierto saudí, diseñada para resistir el calor y la sequía, no está preparada para manejar el flujo repentino y masivo de agua y hielo. Aunque el paisaje de los ríos de granizo es visualmente espectacular, también implica riesgos serios, incluyendo inundaciones repentinas (flash floods) que pueden arrastrar vehículos, ganado y causar daños a edificaciones. La naturaleza atípica del evento exige una reevaluación de los sistemas de prevención y alerta.
Riesgos y el Impacto del Cambio Climático
Expertos en meteorología han señalado que, si bien las tormentas en el desierto no son desconocidas, la intensidad y la formación de ríos de granizo en esta escala es un claro indicador de la volatilidad climática. El contraste entre la aridez habitual y la violencia de este fenómeno insólito es alarmante. Estos eventos extremos son cada vez más frecuentes a nivel mundial y plantean interrogantes sobre la preparación de regiones como Arabia Saudí para enfrentar el impacto directo del cambio climático.
Las autoridades han emitido alertas, recomendando a la población evitar las zonas bajas y los cauces de los wadis, que se llenan rápidamente y se convierten en torrentes peligrosos debido al arrastre del hielo y el agua. La documentación visual del fenómeno insólito, con los ríos de granizo fluyendo entre las dunas, servirá como material de estudio para comprender mejor cómo el calentamiento global puede manifestarse en eventos climáticos contradictorios y extremos en las zonas desérticas.








