
La protesta de productores agrícolas frente a la Cámara de Diputados, en la zona de San Lázaro, ha escalado a un nuevo nivel de resistencia. Los campesinos, que mantienen un bloqueo con tractores en las inmediaciones del recinto legislativo, han confirmado que están preparados para extender su movilización durante al menos un mes en la capital del país. Esta determinación subraya la gravedad de sus demandas y su intención de mantener la presión política.
El mensaje de los productores es claro: no se retirarán hasta obtener respuestas satisfactorias a sus exigencias. Además de la resistencia prolongada en San Lázaro, los campesinos revelaron que tienen en su agenda una visita estratégica a Palacio Nacional. Este plan de acción indica que la protesta no se limitará al Congreso, sino que buscará interpelar directamente al Poder Ejecutivo, llevando sus demandas a la máxima instancia de gobierno.
Resistencia Organizada: Preparados para un Mes de Bloqueo
La declaración de los campesinos de estar preparados para un mes de estancia en la Ciudad de México implica que la logística de la protesta está sólidamente organizada. Los productores han asegurado tener los recursos y la determinación necesarios para mantener el bloqueo de San Lázaro, con la consecuente afectación vial en una zona clave de la capital. Esta capacidad de resistencia demuestra que las demandas de los productores son de alta prioridad y no serán retiradas fácilmente.
El bloqueo prolongado con tractores en San Lázaro es una táctica de presión que busca forzar a los legisladores a escuchar sus preocupaciones, principalmente en torno a la Ley General de Aguas, que temen que afecte sus derechos. Los campesinos han convertido su protesta en un símbolo de la lucha del campo mexicano, evidenciando el descontento que existe en el sector agrícola frente a las políticas actuales.
El Próximo Objetivo de los Productores: Palacio Nacional
El anuncio de una «visita» a Palacio Nacional añade un elemento estratégico y de alta visibilidad a la protesta de los productores. Este movimiento busca trascender el ámbito legislativo, donde se discute la Ley General de Aguas, para llevar sus quejas directamente al Ejecutivo. Los campesinos tienen la intención de asegurar que sus inquietudes no solo sean debatidas en el Congreso, sino que sean consideradas por la Presidencia de la República.








