
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha emitido una orden contundente y urgente: el regreso «inmediato» al país de los ciudadanos colombianos que, según denuncias, se encuentran retenidos en Ucrania contra su voluntad. La situación afecta a compatriotas que fueron al país europeo como mercenarios y que, tras negarse a extender sus contratos y pedir la baja, están siendo tratados como raza inferior por los ucranianos, según la advertencia lanzada directamente por el mandatario.
La denuncia del presidente Petro pone al descubierto la difícil y peligrosa situación que enfrentan estos ciudadanos. Muchos de ellos fueron contratados como mercenarios con promesas de altos sueldos y beneficios, pero ahora buscan desvincularse del conflicto. Sin embargo, al intentar terminar sus contratos, se han encontrado con la retención forzada y, según el presidente, con un trato degradante, lo que constituye una grave violación de sus derechos humanos.
⚠️ Advertencia Directa: «Trato como Raza Inferior»
La declaración más impactante del mandatario fue la advertencia de que los ucranianos están «tratando a los colombianos como raza inferior». Esta grave acusación de racismo en el contexto de un conflicto internacional eleva el tono de la disputa diplomática y la preocupación por la seguridad de los colombianos. La orden de regreso «inmediato» subraya la urgencia de la situación y la determinación del gobierno de Bogotá para proteger a sus ciudadanos, independientemente de las circunstancias en las que se enrolaron en el conflicto.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia está activando todos los canales diplomáticos para negociar la liberación y repatriación de los compatriotas retenidos. La situación es compleja, dado que estos ciudadanos se encontraban operando bajo contratos privados como mercenarios, lo que limita la capacidad de intervención directa del Estado. No obstante, la gravedad de la denuncia de retención contra su voluntad y el supuesto maltrato exige una acción inmediata por parte del gobierno colombiano.
El fenómeno de los colombianos que se enrolan como mercenarios en conflictos extranjeros, incluyendo la guerra en Ucrania, se debe en gran parte a que el país cuenta con un alto número de militares y policías retirados con amplia experiencia en combate, quienes son atractivos para las empresas de seguridad o ejércitos extranjeros por su formación. La mayoría busca mejorar sus ingresos, ya que las pensiones y oportunidades laborales tras su retiro en Colombia suelen ser insuficientes. Este factor económico es el motor principal detrás de su decisión de arriesgar la vida en escenarios de guerra.
La polémica denuncia de Gustavo Petro resalta el riesgo inherente de contratar a ciudadanos como combatientes privados y la total falta de garantías cuando intentan abandonar la zona de conflicto. La orden de regreso «inmediato» es una exigencia de soberanía y respeto, buscando asegurar que los colombianos retenidos en Ucrania no sigan siendo objeto de tratos que, según la voz presidencial, son de carácter racista y vulneran su dignidad.