
7 de Noviembre del 2025.- El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, concluyó su participación en la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP-30), celebrada en Belém, Brasil. Desde allí, ofreció una comparecencia donde no solo reafirmó el compromiso de España contra la emergencia climática, sino que también abordó de frente la compleja situación política interna. Sánchez marcó una línea roja ante el negacionismo de la ultraderecha y respondió al reciente «espaldarazo» de Junts, quienes anunciaron una ruptura con el Gobierno de coalición.
A pesar de la tensión generada por sus socios catalanes y la amenaza de un posible bloqueo a la legislatura, el presidente se mostró firme en su intención de continuar. “Me tomo muy en serio lo que dicen los grupos parlamentarios, pero creo que el esfuerzo merece la pena y debemos perseverar. Los resultados están ahí”, declaró Sánchez sobre la situación con Junts. Insistió en que España vive uno de sus mejores momentos democráticos y que su plan de avanzar sigue vigente.
La mayor prueba de esta determinación se centra en los Presupuestos Generales del Estado, que llevan prorrogados desde el año 2023. Sánchez fue tajante al respecto, despejando dudas sobre una posible parálisis legislativa. “El Gobierno los presentará. Seguirá avanzando con su hoja de ruta hasta 2027″, expresó el presidente. Con la promesa de «sudar la camiseta», se comprometió a sacar adelante las cuentas públicas pese al difícil escenario parlamentario.
En el marco de la cumbre climática, Sánchez también dedicó duras palabras a la situación política en la Comunidad Valenciana. Mostró su “preocupación” por las negociaciones en curso entre el PP y Vox para encontrar un sucesor a Carlos Mazón. Mazón anunció su dimisión tras la desastrosa gestión de la DANA que arrasó la comunidad en octubre y dejó 229 víctimas mortales. Sánchez teme que este nuevo pacto frene el avance en la lucha climática.
Línea roja al negacionismo climático de Vox
El presidente fue especialmente crítico con la postura de la ultraderecha, recordando que Vox ha manifestado abiertamente su negacionismo climático. “Manifiesto mi preocupación porque las negociaciones deriven en un desmantelamiento de toda la agenda climática para hacer frente en una zona, el mediterráneo, que claramente se ha visto afectada”, expresó. Sánchez culpó no solo a Mazón, sino a «una mayoría parlamentaria negacionista que ha banalizado, frivolizado y debilitado la respuesta desde la Comunidad Valenciana», apuntando directamente «al negacionismo de Abascal y Vox”.
Defensa de la inocencia de su hermano
En la ronda de preguntas, Sánchez tampoco evitó los temas personales y fue consultado por el juicio a su hermano, David Sánchez Pérez-Castejón. El hermano del presidente está acusado de presuntos delitos de prevaricación administrativa y tráfico de influencias por irregularidades en una plaza de la Diputación de Badajoz. Tras conocerse que el juicio será en febrero, el presidente sentenció: «El tiempo pondrá las cosas en su sitio. Yo defenderé siempre la inocencia, en este caso, de mi hermano, como también defiendo la de mi mujer».
Más allá de la tensión política, Sánchez quiso recalcar que el eje central de su comparecencia era la crisis climática. Recordó que España ha impulsado un Pacto de Estado para afrontar la emergencia y defendió el modelo energético desarrollado en los últimos años. Destacó el avance del país, que ha permitido aumentar en un 140% la capacidad instalada de energía solar y eólica, reduciendo así la dependencia de los dañinos combustibles fósiles.
El mandatario insistió en tres prioridades globales que deben guiar la acción climática: mitigación, adaptación y financiación. Puso como ejemplo el acuerdo de la Unión Europea para reducir en un 90% las emisiones en 2040, una meta que España “ha defendido desde el principio”. También anunció nuevas contribuciones españolas por un total de 45 millones de euros, destinadas en parte al Fondo de Adaptación, como prueba del avance español en sus compromisos internacionales.







