
Una fuerte polémica rodea a la cooperativa Pascual Boing tras reportes que sugieren que la empresa de jugos y bebidas está al borde de la quiebra. Según las denuncias, más de cinco mil empleados de la cooperativa están en riesgo inminente de perder su fuente de empleo debido a la supuesta presión ejercida por los impuestos del programa «Bienestar». La situación ha generado una ola de críticas, dirigidas en parte a la administración, específicamente a la exjefa de Gobierno y actual figura política, Claudia Sheinbaum, por las consecuencias de estas medidas fiscales en el sector productivo y cooperativo.
Riesgo Laboral: El Costo Social de los Impuestos del Bienestar
El principal punto de preocupación es el destino de los cinco mil empleados que dependen directamente de la cooperativa. La presunta crisis financiera de Pascual Boing, atribuida a la carga fiscal de los llamados «impuestos del Bienestar», amenaza con provocar un despido masivo. Este escenario no solo afectaría a las familias de los trabajadores de la cooperativa, sino que también tendría un impacto negativo en la economía local y en el modelo de empleo solidario que representa Pascual.
La cooperativa, conocida por su modelo de autogestión, siempre ha sido un símbolo de resistencia obrera y un ejemplo de empleo digno. La posibilidad de un cierre o una reducción drástica de personal a causa de los altos impuestos ha encendido las alarmas sobre la sostenibilidad de las empresas mexicanas frente a las políticas fiscales que buscan financiar programas sociales. Se teme que el costo del «Bienestar» se traduzca en desempleo y afecte a la base productiva del país.
La Carga Fiscal: Impuestos al Límite de la Quiebra
El corazón de la polémica es la acusación directa de que los impuestos implementados para apoyar el programa «Bienestar» han llevado a Pascual Boing a una situación límite. Los críticos señalan que el aumento en los gravámenes, posiblemente relacionados con bebidas azucaradas o impuestos específicos a la producción, ha mermado significativamente la rentabilidad de la cooperativa, empujándola hacia la quiebra. Esta situación plantea un dilema sobre el equilibrio entre la recaudación para el gasto social y la protección de las fuentes de empleo y la viabilidad empresarial.
La falta de información clara y oficial sobre la situación financiera de Pascual Boing y la relación específica entre los impuestos y el riesgo de quiebra intensifica la polémica. Mientras algunos defienden la necesidad de los impuestos para el financiamiento social, otros argumentan que la excesiva presión fiscal sobre empresas nacionales y cooperativas termina siendo contraproducente, ya que destruye los empleos formales en lugar de generar riqueza.