
La mañana de ayer se vivió un nuevo episodio de violencia e inseguridad en el puerto de Acapulco, Guerrero, cuando un grupo de hombres armados irrumpió en una sucursal de la tienda Bodega Aurrerá. El establecimiento, ubicado estratégicamente frente a la unidad habitacional El Coloso, se convirtió en el escenario de un violento robo a plena luz del día. Los ladrones actuaron con rapidez y gran violencia, amagando al personal de la tienda ante la mirada de clientes y transeúntes, lo que generó pánico en la zona comercial.
Los ladrones tenían un objetivo claro, concentrando su acción en el área de electrónicos. De manera violenta, procedieron a romper las vitrinas de exhibición donde se encontraban los equipos de telefonía móvil. Una vez que tuvieron acceso a la mercancía, sustrajeron una cantidad indeterminada de celulares de alta gama. Este tipo de robo de equipos es común en la zona, debido a la facilidad con la que pueden ser colocados posteriormente en el mercado negro, lo que agrava la problemática de la delincuencia organizada en la región.
Fuga de los Asaltantes y Reacción Policial al Robo
Tras cometer el robo, los ladrones se dieron a la fuga inmediatamente, utilizando la cercanía con la unidad habitacional como posible vía de escape o escondite. El personal de la tienda y testigos dieron aviso a las autoridades a través del número de emergencia, activando una respuesta policial en la zona. Elementos de diversas corporaciones policiales acudieron al lugar de los hechos para recabar información y asegurar el área afectada por el violento asalto.
De manera inmediata, se implementó un operativo de búsqueda en los alrededores de El Coloso y las principales avenidas que conectan con la tienda. A pesar del despliegue de elementos y patrullas, los ladrones lograron evadir a la justicia. El resultado del operativo fue negativo, ya que, hasta el cierre de esta edición, no se reportaron personas detenidas relacionadas con el robo. Esta falta de resultados inmediatos genera frustración entre la ciudadanía y refuerza la percepción de impunidad.
El robo a esta sucursal de Bodega Aurrerá ocurre en un contexto donde el puerto de Acapulco, a pesar de los esfuerzos de reactivación turística y económica, sigue enfrentando altos índices de violencia e inseguridad. Este tipo de asaltos a negocios con productos de valor son considerados por las autoridades como un robo de «alto impacto», lo que debería activar protocolos especiales. Expertos en seguridad señalan que la falta de detenidos se debe, en parte, a la escasa vigilancia policial permanente en puntos estratégicos y a la rápida dispersión de los ladrones en zonas densamente pobladas como El Coloso, permitiendo que la delincuencia opere con poca resistencia.
La recurrencia de este tipo de robos no solo afecta a las grandes cadenas comerciales, sino que también erosiona la confianza de la población y los inversionistas en la seguridad del puerto. Tanto la ciudadanía como el sector empresarial exigen a las autoridades municipales y estatales un plan de seguridad más efectivo y coordinado que frene la ola de asaltos armados y garantice la presencia policial disuasoria. El incidente de ayer es un recordatorio urgente de que la inseguridad sigue siendo un desafío prioritario en Acapulco.







