
Una declaración de la dirigente nacional de Morena, Luisa María Alcalde, ha desatado una fuerte polémica en el ámbito político nacional. La funcionaria sugirió públicamente que no se deberían aprobar los presupuestos en aquellas entidades federativas donde el movimiento de la 4T no obtuvo la victoria electoral. Esta propuesta, que vincula directamente la asignación de recursos públicos con los resultados electorales, ha sido interpretada como una medida de presión o, peor aún, como una represalia política contra los gobiernos y ciudadanos que optaron por opciones distintas a la del partido en el poder.
La Estrategia de los Recursos y el Voto
La declaración de Luisa María Alcalde ha provocado una inmediata reacción, pues para muchos, da sentido y justifica la reciente actitud de los diputados locales morenistas en congresos estatales que no gobierna Morena. Los legisladores de la 4T en estas entidades han sido acusados de bloquear o demorar la aprobación de los presupuestos de egresos, provocando la falta de recursos necesarios para la operación de servicios esenciales y proyectos de infraestructura. La propuesta de la dirigente nacional refuerza la sospecha de que existe una estrategia coordinada para usar el presupuesto como herramienta de castigo político.
Este enfoque, que condiciona el flujo de recursos a los resultados de las urnas, ha sido criticado por expertos y opositores como una práctica que atenta contra el federalismo y el principio de equidad en la distribución del gasto público. Los presupuestos estatales, constitucionalmente, deben garantizar los derechos de los ciudadanos sin importar su afiliación política o el partido que gobierne. Por lo tanto, negar o retrasar la aprobación de recursos afecta directamente a la población de esas entidades, no solo a los gobiernos.
La polémica declaración de Luisa María Alcalde parece confirmar las sospechas sobre la existencia de una «caja de resonancia» entre la dirigencia nacional y las bancadas locales. El retraso y la falta de recursos que se han vivido en estados donde la 4T perdió, ahora tienen una explicación aparente en esta estrategia de vinculación entre el presupuesto y el resultado electoral. Esta práctica pone en riesgo la estabilidad financiera de los gobiernos locales y la ejecución de programas sociales y de desarrollo.
La Respuesta de Entidades Opositoras y la Falta de Recursos
Los gobernadores y legisladores de la oposición han levantado la voz enérgicamente, condenando lo que consideran un uso faccioso del presupuesto público. Argumentan que la falta de recursos en sus estados, impulsada por la actitud de los diputados morenistas, no es coincidencia, sino una acción deliberada inspirada por directrices como la emitida por la dirigente de Morena. La falta de recursos en áreas clave como seguridad, salud e infraestructura se ha convertido en un punto de fricción constante entre los gobiernos locales y el partido mayoritario a nivel federal.







