
La Asociación Mexicana de Bebidas, a través de su director general, Andrés Massieu Fernández, ha dado a conocer un paquete de compromisos ambiciosos que buscan transformar la oferta de productos y la manera en que se publicitan. Estos acuerdos se enfocan en la salud pública y la responsabilidad social, pilares necesarios para un sector que históricamente ha estado en el centro del debate sobre la obesidad y la diabetes en el país. El objetivo principal es generar una mayor variedad de productos para el consumidor y promover hábitos más saludables.
Los compromisos abarcan desde la innovación en el desarrollo de nuevos productos hasta un replanteamiento ético en las estrategias de marketing. La industria de las bebidas reconoce la necesidad de adaptarse a las demandas sociales y a las políticas de salud, buscando proactivamente ser parte de la solución, y no solo del problema. Este anuncio marca una pauta de autorregulación y adaptación a los nuevos desafíos del mercado mexicano.
Innovación y Reducción de Calorías
Uno de los pilares centrales de estos nuevos acuerdos es la innovación constante. El sector refresquero se compromete a invertir más en investigación y desarrollo para ampliar significativamente su catálogo de bebidas con menor contenido calórico o completamente libres de azúcares. Esta ampliación de la oferta tiene como fin darle al consumidor más opciones para tomar decisiones informadas sobre su dieta diaria.

La meta clara es impulsar de manera notable las bebidas sin azúcar y bajas en calorías, buscando así disminuir el consumo de azúcares libres en la población. Los empresarios refresqueros buscan responder a las críticas de salud pública ofreciendo alternativas que se ajusten a estilos de vida más saludables, haciendo de la variedad un instrumento para la mejora de la nutrición nacional.


La Autorregulación en Publicidad Infantil
Otro de los puntos cruciales anunciados por Andrés Massieu es el fortalecimiento de la autorregulación publicitaria con un enfoque en la protección de la niñez. La industria busca implementar normas más estrictas y transparentes para la promoción de sus productos, especialmente en los medios y horarios con mayor audiencia infantil.
Este compromiso se dirige a evitar que la publicidad de bebidas con altos contenidos de azúcares se aproveche de la inexperiencia y credulidad de los niños. Los empresarios de bebidas buscan establecer un marco ético sólido que limite el marketing agresivo hacia los menores y que, en su lugar, promueva mensajes que favorezcan un estilo de vida activo y una dieta equilibrada.