
Isidro Santamaría Casanova, líder de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) en Quintana Roo, ha denunciado públicamente ser víctima de una intensa persecución política orquestada, según sus palabras, por la Fiscalía General del Estado (FGE). Santamaría acusa a la FGE de estar fabricando delitos con el propósito de destituirlo de su cargo sindical y ceder el control de la organización a la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM). Esta situación se da en medio de una escalada de violencia contra líderes obreros en la entidad.
La noche del pasado lunes, el líder cetemista relató un incidente de alto impacto: agentes ministeriales intentaron detenerlo sin presentar una orden judicial válida. Santamaría calificó este operativo como “ilegal y premeditado”. Lo más grave, según el dirigente, es que este despliegue de recursos en una “persecución política” ocurrió mientras Cancún era escenario de tres hechos violentos que cobraron vidas, incluida una mujer embarazada. “Mientras la Fiscalía distrae recursos en una persecución política, la violencia real se cobra vidas”, reprochó, señalando una posible negligencia en la atención a la seguridad pública.
Fabricación de Pruebas y Uso Político de la Justicia
La denuncia central de Isidro Santamaría se enfoca en un presunto homicidio ocurrido en 2018, en el que la FGE busca imputarlo como inductor. El líder sindicalista asegura que el expediente está viciado y es una “fabricación”, mencionando que no existe un autor material identificado y que los testigos habrían sido presionados para declarar en su contra. Santamaría ha tramitado un amparo para protegerse de la detención, sosteniendo que esta maniobra busca “quitarme del camino y poner a alguien obediente”.


En una rueda de prensa, el líder de la CTM detalló que la imputación se basa en un testimonio reciente de una mujer, quien supuestamente declaró haberlo escuchado en 2018 dando órdenes para asesinar al trabajador Luis Fernando Peón Cardín por un robo. Sin embargo, Santamaría aseguró que la propia mujer se retractó, contactándolo para confesar que su declaración fue falsa y obtenida bajo presión. “Ella misma nos mostró el citatorio que recibió. Nos dijo que la obligaron a poner sus iniciales sin permitirle leer el documento”, afirmó, reafirmando que no teme a la detención y que demostrará su inocencia.
Contexto de Violencia contra el Sindicalismo
El intento de detención de Santamaría se inscribe en un contexto de ataques sistemáticos contra líderes sindicales en Quintana Roo. El dirigente recordó una lista de asesinatos recientes que han impactado profundamente al sector obrero: Evaristo Gómez Díaz (exlíder cañero) fue ejecutado en mayo, César Augusto Contreras Arteaga (dirigente de la UNTRAC) fue asesinado en julio, y José Antonio Delgado González “Felipillo” (otro líder cañero) fue hallado torturado en agosto de 2025.
Santamaría sumó a la lista el asesinato de Mario Machuca Sánchez (exdiputado CROC) en agosto de 2025, un crimen que, según sus declaraciones, fue supuestamente planeado por una exdelegada de la CATEM en Tulum con apoyo de grupos criminales. Estos hechos, advirtió Santamaría, buscan “sembrar miedo entre los movimientos obreros independientes” en la entidad, una acción que calificó como una “guerra sucia” contra el sindicalismo tradicional.








