Levantan órdenes de evacuación tras incendio en Nueva Jersey

Un incendio forestal de gran magnitud encendió las alarmas en los Pine Barrens, en Nueva Jersey, amenazando a comunidades enteras y obligando a las autoridades a tomar medidas de emergencia. El llamado Incendio de Jones Road se propagó rápidamente, afectando a los municipios de Ocean y Lacey, donde el fuego alcanzó más de 34 kilómetros cuadrados. El panorama fue tan grave que más de 3,000 personas tuvieron que evacuar sus hogares por precaución.

Según el Servicio de Incendios Forestales de Nueva Jersey, el incendio llegó a poner en riesgo unas 1,300 estructuras, incluyendo casas, negocios y escuelas. La rápida acción de los bomberos y brigadistas evitó que las llamas causaran daños mayores en esas edificaciones, aunque el peligro no ha desaparecido del todo. Las autoridades abrieron refugios temporales en dos escuelas secundarias para albergar a las personas desplazadas.

Una de las medidas más drásticas fue el cierre de un tramo de unos 12 kilómetros de la Garden State Parkway, una de las autopistas más transitadas del estado. Sin embargo, la mañana del miércoles las autoridades reabrieron esa vía al considerar que el riesgo había disminuido gracias a los avances en el control del fuego. Esta reapertura fue recibida con alivio por los conductores, ya que el cierre afectaba la movilidad en la parte sur del estado.

Las imágenes compartidas por la agencia estatal de incendios muestran lo dramático de la situación: llamas envolviendo árboles, humo denso cubriendo el cielo y bomberos luchando contra el calor mientras intentaban salvar una estructura ya parcialmente consumida por el fuego. A pesar del susto, no se reportan víctimas fatales ni heridos graves hasta el momento.

Las autoridades continúan monitoreando la zona para evitar que el fuego se reactive, especialmente porque las condiciones del clima pueden cambiar en cualquier momento. El viento, la temperatura y la humedad son factores clave que podrían complicar aún más la situación. La comunidad, por su parte, se mantiene alerta ante cualquier indicación de las autoridades locales.

Este tipo de incendios forestales no son comunes en esta región de Estados Unidos, lo que ha provocado preocupación entre los residentes y expertos. Muchos vecinos recordaron otros eventos similares en años anteriores, aunque pocos de esta magnitud. Ahora, el enfoque está en proteger lo que aún no ha sido alcanzado por las llamas y en prevenir nuevos brotes en medio de una temporada que podría traer más retos.